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16 diciembre 2021

33-Algún día, elegimos caminos distintos...

 





Publicado el 04-01-2021 22:57 en Vecin(d)iario hasta la cursiva.
Algún día, seguimos caminos distintos, pero
no me preguntes desde cuándo.
Sólo, que una noche,
encontré la cama tan enorme...
que no me veía en ella.
Y la habitación...
dejo de tener el auténtico sentido de su nombre:
dormitorio.
Allí, solo, sólo quedaban recuerdos.
No sé...
No sé si las fotos de la mesita
pertenecían a otra casa o eran
vestigios de un sueño.
No sé...
Te lo diría si lo supiera,
aunque tampoco me preocupa en este momento,
porque veo que es algo que no soluciona nada.
Vivo, al lado de los recuerdos.
Unos, estaban en la mesita, en algún cajón del tiempo,
como testigos mudos de sucesos.
Otros, pasean por mi cabeza y danzan
en los sueños entrecortados, 
de cada noche.
Es como vivir un asilo domiciliario,
en mi propiedad.
Sin servidumbre, en el que el precio es el desprecio
 y el silencio;
lo cual, a veces, me da un poco de miedo...
otras pánico. No sabía qué era eso.
Ahora, estoy tranquilo y lúcido.
Por un tiempo me devanaba los sesos buscando fechas o acontecimientos
para entender aquello, pero luego vi que era una tarea inútil y desesperante.
Fuera lo que fuera, estaba muy bien urdido...
Como se puede urdir algo, trabajando meticulosamente;
con la información que da alguien alguien que se manifiesta sin tapujos;
dejando abiertos todos los frentes.
Algo propio que sufre quien confía y es engañado durante largo tiempo.
Da pena.
Mucha pena, porque mi realidad interior está muy lejos de lo real y los hechos.
Me consuela recordar al Santo Job y la pruebas que le puso el Señor;
y también, las Bienaventuranzas, e incluso,
la misma Pasión de Jesucristo, salvando las distancias, claro.
De Él mismo, Jesús, ante Herodes, donde... no dijo ni una sola palabra.
Lo tachó de loco y así lo vistieron.
Siento mucho que mi vida haya sido tan desacertada.
Tanto, como para no saber que sí lo era.
Tanto, que sabiendo las cosas, las he ignorado por amor; no por dejadez,
hasta pensar, convencido,
que mi amor era correspondido.
Y que éramos almas gemelas. Pero sabiendo las vidas que hemos vivido,
cabe todo en ellas y al final todo está bien y todo es por algo...
lo que pasa es que no lo sé...porque sigo siendo un torpe
y un ingenuo...
porque así lo he elegido y sé que algo mucho mejor,
después de esta etapa, vendrá a mi.
Porque lo siento y lo sé, aunque no sepa los detalles.

Escrito, hasta la cursiva, el 23 de noviembre de 2017.
La Coda es la verdad de esta misma noche.
Sin ella estaría incompleto el relato y no sería cierto a día de hoy.

© GatoFénix (Hoy tocaba revelarse el escrito, después de la meditación de hace una hora)








Parece que interesa.

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