Cuando se te escapa la Luz del día,
como el agua entre los dedos,
descubres que no están hechas,
ni la luz ni el agua,
para ser contenidas en nuestras manos.
No hay espacio, que no encuentre la luz,
ni resquicio que le falte,
para entrar o para salir.
Porque las dos no están hechas
para ser contenidas.
Están para ser y estar:
antes, después,
dentro y fuera de las cosas;
No pueden ser perdidas, ni guardadas...
porque son
la Chispa del Creador
que todo lo conforma.
Nosotros, como al día le pasa, vivimos...
y cuando nos diluimos en lo que hacemos,
comprabamos,
que dentro de esa tarea, no hay tiempo.
Lo sabemos porque...
ni tenemos: sed, ni hambre,
ni cansancio...como si el cuerpo
se hubiera diluido...
como la luz en el agua.
Se parece esto al sol en la tarde.
Se oculta por donde termina,
el aparente Oeste del horizonte esférico,
que sesulta ser, otra apariencia circunstancial,
que así es la naturaleza de las cosas:
Pura apariencia visual
del "ser geométrico" de la esfera de la Tierra;
De la gaseosa esfera del Sol y
de la diminuta esfera de una gota de agua...o
de una chispita del aire
que nos insufla la Vida.
Todas las vidas;
Porque lo contiene Todo.
..Y es Lo que es...
de Verdad.
Todo es una imagen
del verdadero Amor:
Luz, Agua y Aire.
...
(Mi padre nos decía muchas veces:
¡Apa!: ¡Aire, Luz y Calor!...
¡Aire!
Y salíamos coriendo).
© GatoFénix