Cada poema, aunque breve, es una gota
“que siempre llueve sobre mojado”.
Es un momento que se hace un mar
en el tiempo que tenemos aquí, por eso,
incluso nos rebasa por todos lados
y cuando estemos donde estemos,
tal vez en otra estrella remota,
permanecerá aquí
como una sombra luminosa
de lo que fuimos…
tan fugazmente.
Y,
cuando alguien lo lea,
se elevará sobre sí mismo
y se sorprenderá, un poquito,
o tal vez se identifique, y se consuele;
Hasta puede llegar a sentirse orgulloso de ser un hombre o
una mujer;
y cada uno con sus sentimientos.
Los propios de su naturaleza en ese momento,
y encuentre;
que por mucho que digan las doctrinas que se lleven entonces,
el amor, en este caso de un hombre,
sólo puede verse comprendido a fondo,
si está encarnado como una mujer.
© GatoFénix