Fotografía de © Enrique Chapín
Tristes zapatos que andan por los suelos, cabe al contenedor.
Y mis palabras, reflejo de sus fotos de zapatos
junto a contenedores de basuras múltiples.
Zapatos de princesa bailarina
que parecen de papel maché
Zapato negro invertido,
en el mejor sentido de la palabra,
Botas de media caña y cremallera;
Zapato blanco de ribete, calado;
Zapatos de princesa tímida,
ligeramente asomado bajo un contenedor;
Zapato veraniego con dos equis y hebilla exterior;
desastre de zapato color lila sin cordones
y mucho trajín de vida;
Dos playeras ribeteadas de rojo guinda;
Zapato café no leche, corto de café;
Sandalias decadentes en rosa palo;
procesión nocturna de Zapatos tristes;
sandalias MARYPAZ;
Botas después de hacer el camino de Santiago;
Muchas Cenicientas y cenicientos
dejando señuelos pero sin príncipes de cuento
tras su pista.
Tiempos estos de "príncipes despistados".
Que no han leído o que les han contado
otros "cuentos".
Ahí están rodando por los suelos,
tristes zapatos,
padeciendo la intemperie inclemente,
de este invierno, riguroso y meón tiempo:
imagen viva de nuestro presente.
A veces pienso que dentro de cada “princesa”
hay un tímido zapato
abandonado y triste…
Pero no hay que fiarse.
“¡Tristes zapatos, todos nosotros!”
que parecen de papel maché
Zapato negro invertido,
en el mejor sentido de la palabra,
Botas de media caña y cremallera;
Zapato blanco de ribete, calado;
Zapatos de princesa tímida,
ligeramente asomado bajo un contenedor;
Zapato veraniego con dos equis y hebilla exterior;
desastre de zapato color lila sin cordones
y mucho trajín de vida;
Dos playeras ribeteadas de rojo guinda;
Zapato café no leche, corto de café;
Sandalias decadentes en rosa palo;
procesión nocturna de Zapatos tristes;
sandalias MARYPAZ;
Botas después de hacer el camino de Santiago;
Muchas Cenicientas y cenicientos
dejando señuelos pero sin príncipes de cuento
tras su pista.
Tiempos estos de "príncipes despistados".
Que no han leído o que les han contado
otros "cuentos".
Ahí están rodando por los suelos,
tristes zapatos,
padeciendo la intemperie inclemente,
de este invierno, riguroso y meón tiempo:
imagen viva de nuestro presente.
A veces pienso que dentro de cada “princesa”
hay un tímido zapato
abandonado y triste…
Pero no hay que fiarse.
“¡Tristes zapatos, todos nosotros!”
Hasta el despertar de la Conciencia
donde caminaremos descalzos recibiendo
la energía de Gaia,
la que nos nutre como madre
Bajo el Sol que nos envuelve y llena de vida,
junto al aire divino que nos alimenta del mismo Dios:
puro "Prana"
Amor Puro
Infinito.
© GatoFénix 23 de enero 2022
https://yogainternational.com/es/article/view/para-entender-el-prana