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03 abril 2022

199 - Zafrilla I-II "Vicente y la llave del cura"

Ahí se encontraba la escuela.

Publicado el 05-08-2014 20:47

Un día apareció el cura por la clase.
Entraba pocas veces, que yo recuerde.
Todos nos pusimos en pie.
Llevaba una sotana negra
bajo la cual
asomaba un poco la vuelta de los pantalones,
los calcetines negros y los zapatos también negros,
de punta redonda.
Intercambió unas palabras con mi padre;
dijo que nos sentáramos y arrancó a hablar.
Estaba de lado, a su espalda la puerta,
a su derecha el maestro tras la mesa
y a su izquierda, nosotros.
Desde el principio, los más pequeños,
éramos inexistentes, la cosa era para los mayores.
Se oían volar las moscas,
y me fijaba como subían y bajaban
la fila de botones que caían sobre su barriga.
Gesticulaba y levantaba la voz.
Estaba muy enfadado.
Vino a contar que en la clase se encontraba
el que había robado unas manzanas de un árbol.
Sermoneó sobre el acto de robar
y acusaba a todos mientras miraba a alguno.
Él sospechaba de un alumno, de los mayores,
o tal vez lo supiera desde el principio,
o puede que lo fuera concretando mientras
nos echaba aquella "filípica".
Lo cierto es que al fin llamó a Vicente.
Vicente salió de las primeras mesas
cabizbajo y compungido.
Todos éramos pobres, eran tiempos de esos
que no se olvidan y que nos hacen ser agrios todavía
con los que alegremente llaman a las revueltas
incluso mencionan la guillotina o la guerra;
siempre es para ellos una "guerra justa"
casi inevitable porque tienen libertad.
Y la tienen pero, a partes iguales, tienen,
ignorancia y maldad;
porque no han pasado hambre.
Nosotros, como Vicente, no sabíamos
lo que era el postre en la comida.
Veíamos una manzana o una nueces
o algún "pero enano" o moras
o bayas rojas de los arbustos.
Y esa cosa de verde, que surgía abrazada por los sépalos,
una vez perdidos los cinco pétalos, 
y que llamábamos panecillos,
 nos la comíamos por pura hambre; 
esas plantas que crecen
 en los lomos de los cauces de las regueras,
o en los arriates donde crecían las malvas.
Vicente estaba temeroso y cabizbajo agachado...
No sé si se saltó una tapia y cogió una manzana
lo cierto es que así lo daba por hecho el cura
y encarándose con él le dijo de todo,
y no contento, le golpeó la espalda
con la enorme llave de la iglesia
mientras Vicente se agachaba y se protegía con las manos.
Mi padre estaba descompuesto, sorprendido
y vi cómo Vicente empezó a sangrarle,
no recuerdo si la nariz o si era que sangraba por la boca
dejando hasta la puerta unas salpicaduras según salía.
Yo estaba sobrecogido de espanto.
Tal vez recordé cuando sangró mi hermano Fernando,
al caer por las escaleras...
y que me llevé las culpas, los alpargatazos y el castigo
en el cuarto de las patatas; por no cuidarlo bien.

Era aquel cura D. Román Sarrión Plaza;
el mismo que, bautizó a mi tercer hermano,
(no se si en una tarde noche de coñac
o por pura tontería de él y de mi padre)
Lo bautizaron con todos estos nombres: 
Jesús Melchor, Garpar y Baltasar,
más luego, los apellidos.
Y se quedaron tan frescos, y mi madre con un disgusto...
Pues así reza en su Documento Nacional de Identidad.

Tampoco olvido a Vicente y eso que desde
aquel día no volvió a pisar la escuela;
y lo veo muy normal, porque yo
hubiera hecho lo mismo
en su caso.

© GatoFénix

Estos son los Olmos.


Zafrilla  (Continuación y apéndice)
Publicado el 11-09-2014 13:08

Hay dos olmos a la entrada del Zafrilla
que tiene mi edad aproximadamente.
Los plantaron mis padres: uno mi padre con los alumnos de la escuela, 
y el otro mi madre con las alumnas.


esos que están con él en la foto de blanco y negro.
Plantó dos árboles, tuvo cinco hijos y le faltó escribir un libro,
aunque todo lo llevaba en la cabeza.
Por eso, en su memoria, tengo la obligación moral
de dejar constancia de sus enseñanzas
y parte de su historia porque son las raices de la mía
y de la de algunos de vosotros..(refiriéndome a sus alumnos)

© GatoFénix
Fotografia que tomé en Zafrilla cuando fui de visita.


PD: Debo añadir que dos días después empezaba la Feria y un insigne hijo de Cañete hizo el pregón.
Lo encontré colgado en el Facebook, por el mismo sujeto que me borró un mensaje aclaratorio de otro anterior, porque debe ser el "puto amo".
En ese Pregón aparece una referencia a mis padres.
Ambos, después de once años de trabajo de maestros en aquella aldea,
y en aquellas condiciones, son mencionados como:... "mi madre hacía la comida" y mi padre (no he encontrado el significado de lo que le llama)
pero suena a insulto, por lo que parece que viene de entonces todavía el odio.

Ya, ni muerto respetan ni honran su memoria la gentuza.
Este "insigne pregonero", no me ha contestado al correo que puse en su página.
Le he dado unos días pero debe ser que se tiene que asesorar o solicitar del argumentario de los de siempre si debe responder.
Él no sabe nada de mi padre, porque no estuvo allí.
Todo se lo han contado, como se hace en estos días con la Historia, con todas las historias.
Y se oculta aquello que no conviene que se conozca,
o se queman documentos que los pueden inculpar.
No creo que hayan dejado documentos de aquella época.
Ni, si hubo una denuncia a los que mandaban entonces por algún "tejemaneje".
Sólo sé que a raíz de aquello que no existirá, aquel año (1955) les dieron a cada vecino 500 pts. de una tala.
Era muchísimo dinero para entonces y digo yo
 ¿Cómo no se contó eso en el pregón de este "insigne pregonero"?
¿ Y por qué ese año se pago esa cantidad y nunca antes, y que yo sepa, nunca después?
Claro, había pocas personas que supieran escribir y ya no digo redactar algo.
Tal vez ni se atrevieran a hablar.
Y digo yo ¿ cómo puede ser que las historias se repitan y manden los que mandaban y seamos los perdedores siempre los mismos?
Lástima de gentes que siguen o ignorantes o acobardados.

Tengo pendientes un par de visitas, de agradecimiento y de cariño.
Quería hacer unas fotos a mi antigua casa, pero ya me han dicho que no queda nada de ella;
 pero cuando no quede nadie de quienes nos quisieron ¿para qué ir?.
Así son las cosas.
Tercas como ellas solas, que diría un manchego.
Un manojo de vividores que flotan en cualquier sustancia y circunstancia.
Trabajan de "mamporreros" en cualquier régimen político.
"Hacen a pluma y a pelo", se dice.
Son ellos los que hacen que este y otros pueblos maravillosos, 
se vayan consumiendo en la miseria que transmiten, hasta desaparecer, 
para luego reaparecer con otra identidad que nada tiene que ver con su esencia.
Un parque temático.
También menciona, "el insigne cohete", en su Pregón, 
a mi amigo Eloy, para decir de él "que no sacó ni el Certificado de Escolaridad".

Yo no lo sé, porque me fui antes de que terminara el periodo escolar, 
pero puedo decir que me encantaría abrazarlo porque su corazón era de "Doctor Honoris Causa en Humanidad y Generosidad".
Qué le vamos a hacer, 
parece que todo vale para arrancar unas risas al respetable. Tipo Wayoming
Pero mira por donde esto que escribo lo leen hasta en Estados Unidos y el México y en Argentina y en Europa...
Y sé que no les va a caer bien este: D. Miguel Romero SaizPregonero en las Ferias de S. Agustín, en Zafrilla del 25 Agosto 2014
¡Va por ti, papá! ¡Va por por ti, mamá!
Os lo debía.
Porque cuando la verdad se calla: Hablan hasta las piedras para contarla.

© GatoFénix





Parece que interesa.

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