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18 julio 2023

317- Un baño de Sol y pámpanas verdes: energía de Dios.



Mi Piaggio 350 X10


... Con la piel vibrando todavía, electrizada por el viento, 
 por su suave caricia a moderada velocidad, en carretera...
y con la cabeza tan llena de imágenes, que no cabían en el casco,
me sumerjo en este papel virtual, después de hacer el borrador
en mi cuaderno de hoja blanca inmaculado, sin líneas, 
con mi pluma Parker de siempre
(compañera de cuentos, poemas y escritos e ilustraciones) 
que luego, no todo, pasa a este formato digital.

Viajaba...buscando, huyendo y acomodandome
Como si anduviera bajo el agua con los ojos abiertos;
Proverbialmente solo aunque
lleno del sol del atardecer del 17 de julio 2023
En el Corazón de la Mancha, España, 
en estos momentos hay cuarenta y cinco grados,
y todo está en calma y sereno.

Salí con la Piaggio, que es como una piragua,
a pasear ,y según me iba alejando del pueblo,
 pensé ir por donde nunca había transitado.

Pasé por donde en otros, muy otros tiempos, habité.
Co mi tropel de cosas, sobrevolando,
 pasamos delante de la fachada
de lo que fue mi domicilio.
Ni él ni yo somos los mismos.
En cada uno de nosotros, respectivamente,
han actuado "energías" distintas
y nos han transformado sustancialmente.
Diría que, ambos somos, fácilmente, irreconocibles.
El tiempo, si tenemos el Don de Dios, separa finalmente:
unas cosas de otras y así terminan, en montones distintos.

Según cruzo el pueblo todavía siento mi extrañeza.
Me asombra, todavía, como los entornos te contagian,
te fagocitan, en ese querer encajar agradando, pero...
te ocurre como le pasó 
a la Banda de Música de la Osa de Montiel:
Que: ..."Reventaron tocando y no dieron gusto a nadie".

Giro a la izquierda, por la misma carretera que transité
para ir a mi primer Destino de Propietario Provisional.
Era una Escuela Unitaria (Sólo una unidad)
Eran nueve alumnos de distintas edades y sexos.
Fran, uno de ellos, me enseñó a reír por cosas sencillas.
Él llamaba: "gorrinonocerante" al rinoceronte...
y entendí la "lógica concreta" al instante.
Allí había ovejas, un gran rebaño, con cabras incluidas.
Y un poco más allá una granja de gorrinos.
Otro que se llamaba Francisco, le encantaban
las palomas y se conocía todas las especies.
Hace un tiempo vi que en una casa de las afueras
había un palomar con una placa de un Club 
de palomas deportivas. Me da el cuerpo que es de él.

Giro a la izquierda y tomo la carretera de Cinco Casas.
Nunca había transitado por ella.
Tal vez fue un camino de tierra sin asfaltar
y ahora lo han arreglado.
Dejé ir las cosas que me acompañaban.
Sentí que no estaba solo y comenzaba a "ver"
lo que hasta ahora nunca transité.
El viento, la poca velocidad, el sol a mi derecha
y la temperatura envolvente como de desierto
era como un precioso Domo de Luz y amor.
Terminan las casas y estoy solo y rodeado.
Sin embargo el campo cultivado
siempre me sorprende.
Me acoge, primero me saluda. 
Saluda con aromas peculiares, como franjas...
y una humedad color verde esmeralda de las pámpanas.
Están los viñedos ahora, preciosos.
La gente no sé si es que ya se acostumbra,
pero a mi, cada temporada me parece nueva.
Y me sorprende como a un niño.
Sé que cada hoja es "nueva reciente": en tamaño color y forma.
Tanta vida a mi alrededor me fue acolchando el alma.
Me apapachaba el entorno y
aproveché tanta fuerza para ayudarles a compartirla 
con todo el conjunto y hasta la hice ascender 
hasta lo más alto del cielo para que luego cayera
como una preciosa lluvia de vitalidad "verde esmerada".
Empiezo a soltar desde una lágrimas...
hasta esbozar una sonrisa.
Porque, en un momento, todo alrededor eran viñas.
Un verde cargado de añil junto al sol fabricando
todas la variantes desde el verde menta claro
hasta ese verde que asemeja en su textura al terciopelo.

Todo así hasta donde se pierde la vista.
Transito muchos kilómetros 
alternando las viñas emparradas
con viñas de cepas bajas tradicionales y también
un campo de maíz con su verde peculiar tan bonito,
antes de madurar y dorarse que me recuerda al color del bambú.

Todo era una energía limpia, de la que me he nutrido
y a la que me uní...elevándola y expandiéndola a todos los lugares
poblados de seres "inhumanos" más propios del submundo 
que de este Paraíso Natural rebosante de Luz y de vida.
Tanto, que si no decides estar embotado
con el plasma de las pantallas que embrutecen...
te contagia de algo que es el Qui o el Chi
de la Madre Tierra.
Perdí, la noción del tiempo.
El Sol bajaba muy lentamente:
me respetaba los tiempos...
acomodándolos a mi necesidad: 
Éramos uno con el Todo...cuando...
ya estamos llegando a un punto de confluencia
con otra vía de más categoría. 
Ahora, hecho el giro:
El Sol queda justo en el centro de los espejos de mis retrovisores:
No molesta. Queda bonito
Está detrás, real, y va delante en ambos lados, virtualmente.

Al poco salgo de esta vía más principal
y tomo otra más sencilla que va hacia Peñarroya.
Vuelvo a estar rodeado de verdes.
A la izquierda y a la derecha no hay ningún humano.
Por eso, a mi paso, levantan el vuelo
parejas de perdices con su típica velocidad de salida.
Al instante, en menos de un metro, ya van 
a ciento veinte kilómetros por hora.
Se cruzan y me adelantan.
Vuelan casi a mi altura, a mi lado y a la derecha
y así tan gordotas y revolotudas, me hacen sonreir.
Son parejas.
Otros que no sé el nombre tenían justo sobre la cola 
como un círculo blanco y el plumaje pardo.
También hay palomas en los hilos del teléfono:
ni se inmutan.
Este tramo ha sido muy divertido.
Luego, en un cruce, giro a la izquierda
y el Sol empieza a jugar al escondite 
entre las ramas de los árboles que se interponen,
como haciéndome guiños de complicidad
en esta travesía...y comienza a esconderse.
Ya se ven las primeras casas de mi pueblo
y me dirijo a la gasolinera para repostar.
Allí, la competente y amable empleada que me atiende 
en Shell.
Al ir a pagar, me dice que tengo unos tickets de descuento...
hasta me he llevado una botella de horchata
muy fresquita. 
Todo un regalo de tarde,
que os muestro,
 desde una punta a otra de este mundo
nuestra sagrada Gaia: la Madre

© GatoFénix











316 - De sueño en sueño: vamos.



"Saliendo de un sueño"
El corazón, en el cielo de Cuenca...aquel otoño.
"Estoy contigo" Dice, Jesús. Ahora lo sé.
Siempre en parábolas.


Mi hijo y yo.
...Otro otoño.
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Muchas veces, como hoy...pasadas las horas
sigues arrastrando sueños de la noche como la capa de Batman.
son como una película en la que eras un actor 
con un guión extraño donde te cuelas en una fábrica
para sacar algo de ella y liberarte de algo.
Todo se ve muy real. Te cuelas como empleado.
Interactúas con el personal con naturalidad,
no sé que debía sacar de allí, pero lo obtuve
y allí con naturalidad por la salida de los empleados.
Camino por la calle y todo está revuelto.
Hay vigilancia por todas partes, pero yo,
camino entre la gente, por la calle ajeno a ello.
Me despierto y al rato de dar la vuelta, me duermo
y sigo en esta película en la que se mezclan
personajes reales de otras épocas,
lugares transitados  alguna vez por mi,
y casas o vehículos reconocidos pero 
con algunas variaciones.
Estoy como consciente de que es un sueño
 y sé que nada es verdad, ni lo ha sido nunca.
Pero inmerso en esa "movida" no descanso bien.
al fin me despierto y salgo del plató...
Respiro conscientemente.
Agradezco el día a Dios.
Me reconozco pleno en esta soledad
y me envuelvo en la luz cremosa del este Sol;
un vaivén de candilejas cenitales, que suben y bajan
la intensidad de la luz como en un escenario antiguo,
antes del cine a finales del siglo diecinueve.
Parpadea el sol como si respirara la luz al ritmo...
de mi respiración. Estornudo.
Tengo las rodillas frías, hace frío...y suena
mezclada con la música el viento que hace sonar
un extractor de humos como la "pineal" de un tubo
que viene de la chimenea de abajo.
Sé que tengo a mi alrededor la grata compañía
de Seres de Luz importantes y siento como una mano
reposa en mi hombro izquierdo y me dice:
"Hoy es así, para que les cuentes este otoño" .
Y, hay una necesidad de recogimiento...
De no hablar con nadie y vivir estos vaivenes
de la luz solar como si vieras ondear una bandera
en el Cielo anunciando el final de un tiempo,
que era necesario vivir, para cubrir experiencias...
y llega otro que es "más sueño" todavía porque 
ya no hay cuerpo físico como vehículo y todo...
todo es mucho más bello y liviano, porque 
viviremos en el inefable
Corazón del Padre.
Como ahora...
como esta noche por ejemplo:
cuando soñamos.
Es todo Paz y Amor
"...Nada nos falta...
Sólo Dios, basta".

©  GatoFénix









Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,

La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.

Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
Nada te turbe.

A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
Nada te espante.

¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
Todo se pasa.

Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.

Ámala cual merece
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
Sin la paciencia.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza.

Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
Quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.

Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta. 

Santa Teresa de Ávila



















Parece que interesa.

355 - El que tenga ojos para ver... "Auroras Boreales Realmente".

  S. Mateo 13:9-16 RVR1960 El que tiene oídos para oír, oiga. Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas ...