Milicianos de la Cultura.
Insignia de mi padre, que ya era Maestro titulado.
Él, durante la Guerra, siempre en el frente,
recorrió gran parte de España.
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"Con esta incertidumbre, José María..."
Decía mi padre en ocasiones.
mirando al vacío y luego a mi...
Yo no entendía nada o eso creo.
Veía el miedo en su cara y en sus ojos lacrimosos.
Entendía que su vida o la vida misma
se asentaba en esa "incertidumbre".
Tendemos a controlarlo todo porque
nos sabemos débiles y hasta impotentes...
ante la maldad de los otros;
mayormente en esa laguna de desconocimiento
en la que transcurre la vida, desde siempre.
Yo no era consciente de ello pero lo recuerdo...
y recuerdo que en mi interior estaba tranquilo,
y, no tenía incorporado ese vocablo a mi vida.
Tampoco tenía certidumbre de casi nada
pero parece que actuaba de forma inconsciente,
porque era muy ignorante y así,
camina uno como "alobado" y vas saliendo
sin saber cómo, de situaciones que siempre
te sorprenden.
No sabía nada del "Principio de incertidumbre de "Heisenberg
y veo, con asombro, que mi padre en esa expresión
estaba describiendo todo un mundo que ambos vivíamos.
Ninguno de mis hermanos recordará esto.
Era conmigo con quien decía estas cosas, como si yo
fuera un "igual" y me miraba a la espera de que
le respondiera algo...
Y lo hacía.
Lo hacía desde mi pequeñez y mi admiración
ante esas cosas tan sorprendentes que yo acumulaba
sabiendo que él era todo un misterio,
casi un milagro, que ni él se creía.
Mi padre, recién licenciado de la "mili",
terminada la carrera de Magisterio,
fue llamado a "filas" porque los Republicanos
lo reclutaron para incorporarlo al ejercito.
Vivía en Casas Ibáñez, provincia de Albacete;
era el menor de 11 hermanos, por lo que,
muchos hermanos y hermanas ya estaban casados
y vivían en otras provincias de España:
Cuenca, Navarra, La Rioja, Barcelona...
y así entendí, desde muy pequeño
el significado de "guerra Fratricida".
Él la comenzó en Albacete; llegó hasta Cáceres;
de ahí pasó por Toledo; a Guadalajara;
estuvo en la batalla del Ebro y terminó "vivo"
en Barcelona.
Allí se entregó a las Autoridades y sin escucharlo
lo metieron en una cárcel, donde él y otro compañero,
diariamente, sacaban a los compañeros, que habían fallecido
esa noche.
Un día a la semana les daban una lata de sardinas
y un "chusco" y los sacaban por las Ramblas
para que vieran que les daban de comer y así
desmentir la propaganda que los acusaba de maltrato.
Tal era la vergüenza que pasó en aquellos "paseillos"
escuchando a la gente insultarlos y vociferar,
que nunca quiso volver a ir a Barcelona;
y sólo recordarlo se le descomponía el cuerpo (físicamente)
y el rostro marcaba un gesto como de cuando
tienes un nudo en la garganta y vas a empezar a llorar...
en silencio, mirando al suelo.
Para mi era la imagen viva de la tristeza.
Hasta ahora me está dando la misma sensación.
Un tiempo después, los que quedaban vivos,
fueron subidos a un barco
y los desembarcaron en Alicante.
Allí estuvo en el Penal.
En una ocasión toqué sus muros
y sentí todo el dolor que albergaban.
Iba paseando por la calle en un viaje que hice
y que no recuerdo el motivo.
Desde allí pudieron liberarlo, porque un vigilante
era de Albacete y a través de él, envió una carta
a mis abuelos, que ya residían en Albacete Capital.
Mi abuelo fue toda la vida laboral: Jefe de prisiones.
Curiosa coincidencia. Ya jubilado
vivir en su hijo menor el drama
de su supuesta muerte, porque así lo creían todos
y su vuelta a la vida, como un "manojo de huesos".
Por su boca conozco sus experiencias en esa Guerra
y que hoy se me reverdece, porque hemos llegado
a un punto en España, que tiene la misma "negrura"
y la misma "incertidumbre".
De mi padre absorbí la sensación de impotencia
y lo junté con algo que ya traía del "otro lado":
"La incomprensión del Mal".
Y veo, que, entre una cosa y la otra, surge
"La incertidumbre".
Sólo queda Dios:
Su abrazo de Amor infinito e incomprensible,
como la incertidumbre
de este momento.
© GatoFénix
En tu honor este humilde escrito y esta música.
Te gustaba tocar tu flauta "tercerola".
!Paz y Bien! papá.
