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26 diciembre 2021

58-El otoño es la tarde

 



El otoño es la tarde;
el año, el día...
como es la vida.

El ocaso es
el otoño de cada día.
El otoño...
que rezonga,
cargado,
de frutos secos,
uvas de rebusca
(algunas pochas)
y el cansancio que trae,
las últimas horas.

El Sol es un membrillo,
las pocas pámpanas que quedan,
de calabaza...
algún melón rajado lleno de hormigas,
pero eso sí,
los árboles que dan al Júcar
parecen dulces de confitería:
Almendras laminadas,
chocolate con leche, de pastelería,
garrapiñadas,
orejas de fraile,
hojaldradas,
pestiños con canela
y miel de lavanda.
El celofán de la brisa
todo lo envuelve
y nos lo muestra.
El otoño también es
el cansancio de una pequeña cuesta.
Como ir a S. Julián el tranquilo
a la hora de la siesta.
También son los otoños,
en sus primeras noches,
los soportales de la plaza
y las calles de transeúntes
bien albergados y vahosos...
las machiembradas parejas
empujando un cochecito
con esquimal dormido.
Cuando se nos viene a la cabeza
que la vida es una castaña
(dos euros la docena)
con una sonrisa,
la pelamos, quemándonos los dedos,
y la degustamos calentita,
oliendo... a papel de estraza
y a guante de cabritilla.
Para los jóvenes sólo es, en su vida, un otoño;
para los más mayores, para los enfermos,
para los pobres y los tristes pudiera ser,
el otoño de su vida.

© GatoFénix

57-Meditación I




Cada vez
que naufragas en tus pensamientos

te agitas en el no tiempo,
sumergido,
medio cuerpo, en hoy;
...el otro medio,
Dios sabe dónde.

(El breve tiempo entre inspirar y espirar)

Casi me siento de gasa.
Levedad,
calor,
ser...

Inhalas y
emerges cuando un ruido del presente
golpea tus sentidos.
Entonces,
en ese instante,
consciente de la esfera de la mente,
respiras y suspiras,
quedando la conciencia intermitente
en un largo momento...
pendiente....
Como una gota de rocío
 es, el presente.


© GatoFénix

56-Un sintiempo


 

 Un sintiempo

No hay palabras que enreden los cuerpos
como el silencio.
Los silencios que llenan momentos y
crean palabras...
después, mucho después.
Cuando la piel perlada de la frente
adorna el rubor de tu cara,
mejillas y labios de fruta,
melocotón y fresa,
y resbala todo en una gota
sobre una teleta.
Como el aceite esencial del amor
se expande,
corriéndose como la tinta
difuminando el borde
hasta confundir
los cuerpos materias de las cosas,
virando los colores,
mezclando texturas, olores
(topacio y amatista)
hasta perder los límites,
entrando...
donde no hay fronteras para beber,
a pequeños sorbos,
el agua del mundo y de la vida
abrazado a ti, hasta ese punto,
que torpe os cuento con las palabras
que tarde van llegando
después;
mucho después de ser,
por un sintiempo,
un lamparón transparente
en un antiguo billete,
en todo el mundo vigente,
de incalculable valor.

© GatoFénix


55-Me encanta cuando eres tú y Seis de noviembre



Publicado el 06-11-2020 12:17

Me encanta cuando eres tú
y aún más cuando ni lo sabes.
Ese tú, alejado de los modos de tu madre.
Me encantan esas maneras tuyas tan femeninas,
que chocan con las enseñanzas ancestrales
de tu casa.

Me gusta cuando te haces: madre con nuestra hija,
y conmigo, simplemente mujer,
porque conmigo eres: mujer enamorada.
Lejos queda esa lucha enfrentamiento
que nace del complejo y del equívoco,
primo hermano de la agresividad
e hija de las experiencias humillantes
de la infancia.
Me gusta sentir tu piel,
más que fina, transparente,
que te permite vivir
casi en el centro de todo.
Es un placer vivirte cada momento,
cuando no estás al lado de tí.
Nadie comprende
lo cerca que estás cerca…
y lo lejos que puedes llegar a estar,
cuando no eres tú y te vas lejos.
A veces, todo parece un sueño;
a veces, las menos, se torna en pesadilla.
Entonces se ve muy claro que vuelves a tu infancia;
Regresas al calvario de tu casa:
Te invaden los ancestros;
te ahogan y confunden; te llenan de desprecios,
tus hermanas.
Recuerdas la amnesia de unos años
a los que no quieres volver.
Y de tanto no querer, no puedes ni evocar.
La infancia es nuestro capital de vida.
En los momentos duros siempre puedes volver
y recargar las risas y hasta esnifar
los olores y los amores que nos nutrieron.
Perdiste el cofre del tesoro, Pata,
y no hay mapa para encontrar un olvido.
Fotos en blanco y negro;
bodegones costumbristas del pasado,
que no llegan ni a ser secuencias
de lo que fue la película de tu vida los primeros años.
Me gusta sentir tu piel…
cuando vuelves.
Y tus besos largos como el café americano
o las pastas de té con sabor a mantequilla,
y el melocotón en almíbar de tu barbilla,
el pan blanco y la miel, del abrazo;
el jamón y el queso,
de eso, y …
la ensalada judía con mandarinas,

la buena pasta de besos, un poco vino,
y de postre un capuchino,
si es tarde, porque se ha hecho,…
descafeinado.

© GatoFenix




Hoy seis de noviembre, lejos y descartado,
Me sorprendo que todo sea lo que no es
y parezca verdadero.
Nadie, ni yo mismo, diría lo que es cierto,
porque en este momento todo está cambiado.
La melodía la está interpretando un loco
que no entiende ni sabe de música.
Alguien que tiene potestad porque lo han empoderado
para que mate lo vivo y haga vivo lo que sólo es odio rancio.
Está empoderado porque, aunque la partitura sea correcta,
se ha transportado a varias séptimas o décimas y acordes disonantes,
propios de lo que barrunta el desastre.
Suscribo la partitura anterior, la original, letra por letra,
a pesar de que el ego, que siempre rebulle, me pellizque el estómago
como explicando lo que es “hacer de tripas corazón”
pero no es cierto, porque un corazón, hasta mortalmente herido,
es un corazón y eso es reconocerle , aunque sea un sarcófago,
que en él yace el alma de esta encarnación donde se atesora
cada experiencia pasada, en compañía, y al run-run del amor bonito,
que casi ni creemos que pudiera existir.
Porque al fin todo es una pura representación
digna del “Oscar” de la Eternidad
aunque nos parezca increíble.
Hoy es 06/11/2020 y parece que la nueva normalidad, que venden,
consiste en un retorno a las cavernas del odio y la obscuridad;
y que seamos pastoreados, al menos los que se dejen,
en ese “Mundo (in)feliz” del que tanto hemos hablado y
al que, tan poco, se ha comprendido;
ni, tampoco parece, que existiera ni tiene cabida,
en “lo real” de ahora, que no es sino:
impura/perversa virtualidad convertida en realidad:
Un desconcierto.
El GatoFénix de siempre (textualmente)

© GatoFenix

54-El "buen rollo femenino"


 

El "buen rollo femenino"

(Concebido dentro de mi casco, viniendo en escúter desde Jaraíz.)
El “buen rollo femenino” pocas veces percibido.
Me recuerda al tango que baila el General retirado con una mujer.
Él, ciego, sólo percibe la vibración de la mujer, su aroma.
En la película “Esencia de mujer”.
Pero no es eso. Es algo más que aunque toca el sentido del olfato,
No es determinante. Porque no tiene que ver con ello.
Pocas veces percibo esa sensación de estar inundado
del “buen rollo femenino”.
Sin palabras.

Ese tango es una metáfora magistral de la vida.
La vida que yo he conocido por suerte, que ya no.
Este escaso elixir que embriaga…en silencio.
Sin necesidad de palabras.
Sólo un pequeño roce, un pequeño tacto
Y unos ojos que te comen vivo con los párpados
“A media asta” .
No se puede, ni se debe, desdeñar lo mágico y único
de esta existencia, ni de la que venga, sabiendo
que somos eternos.
Escaso y preciado Don de Dios y agradecido por ello.
Sí, eternamente agradecido cuando lo has hallado,
Porque es puro amor que restaña heridas de la batalla diaria,
apenas con una mirada y un beso.
Mi cerebro accede a ese cofre interno y lo evoca, ahora.
Como si fuera hoy, en este eterno presente
del que gozan los tesoros del alma…
Este” buen rollo femenino” es lo más sutil y poderoso.
Algunas matarían por tenerlo y mueren de envidia,
Y lo intentan con puestas en escena hueras.
O con bisturí, o aderezamientos, pero es inútil.
No tiene que ver con la edad ni la apariencia.
Es, esto que intento contar, como una pompa de jabón
que se deforma y se te adapta sin romperse cuando
se desplaza, como con inteligencia propia y sutil,
Pero no es algo que tenga que ver con afeites ni olores artificiales.
Es algo energético que percibes como percibe el frescor del musgo
La palma de la mano o la planta del pie descalzo, la hierba;
O nuestra mejilla antes de tocar la arena de la playa un metro antes
Del cambiante perfil de la olas
cuando se hacen espuma y desaparece el agua dejando agujeritos.
Todavía sabemos que la tierra exhala, estando tan cerca,
ese buen rollo de la vida.
No se puede describir “el buen rollo femenino”.
Son sentimientos puros exentos de aditamentos.
Diría que no se localiza la fuente, en parte fija del cuerpo.
Es algo que nace como una chispita y vibra como lo hace el bronce
De una campana o el cuarzo de un cuenco o el borde de una copa de cristal
Cuando deslizamos sobre ella la yema del dedo corazón.
Son como latidos armónicos que llenan el entorno.
Al percibirlo, sintonizas con él y te contagias, y poco a poco te desmoronas…
y te diluyes como un azucarillo en una taza de poleo menta, lavanda y melisa.

© GatoFénix (2019 pensado en viaje de vuelta desde Jaraíz de la Vera)

53-Triste San José 2020




 

Publicado el 20-03-2020 18:02

Feliz con Kika, a mi lado, tomando el Sol en el patio,
que gracias a Dios tenemos en casa, porque
estamos encerrados por orden y por fuerza mayor.
Han pasado todos los años del mundo,
desde mi primer año
hasta el día presente.


Kika está, ahí, en este momento.
Toma los rayos de Sol a mi lado.
No sabe de preocupaciones.
No sabe qué pasará mañana
y ni puedo saber si le importa.

Lo nuestro, lo de ser humano, es un devenir de recuerdos
desde los primeros días de nuestra existencia terrenal.
Se solapan en este momento, como un holograma,
la imagen de mi madre, que me tiene en brazos,
la figura de mi padre con un periódico y su sempiterno cigarrillo.
Tantos años para no cambiar sustancialmente nada las cosas.
Era el final de mi primer verano, creo.
Mis padres ya "Volvieron a Casa" hace años y yo
pues ando como puedo desde que dejó mi mamá,
de tenerme en sus brazos,
que fue muy muy pronto.

También sostuve la prensa y un jodido cigarro muchos años,
demasiados años, para ver que ahora mi hija
ha cambiado la prensa por el móvil o la pantalla de cualquier artilugio
y lo del cigarro sigue igual como algo que da mucho pedigree,
tanto, que en estos tiempos de encierro, uno puede salir a comprar tabaco
y sin embargo, han dado orden de cerrar tiendas de productos naturales,
(que me lo acaban de decir los de Ecotienda)
y, sin embargo el tabaco está disponible.
el cinismo de la posverdad.
Hay veces que tenemos que remitirnos a: "Por sus obras los conoceréis"...

Pero olvidamos estas cosas porque no provienen
de las "fuentes que mandan".

Tiempo en que, nos recuerda a 1984 George Orwell;
o, https://es.wikipedia.org/wiki/Fahrenheit_451

Soy de una generación que no se podrá repetir.
Nacido en tiempos de hambre por una guerra
que todavía andan blanqueando y confundiendo
para cambiar hechos y crear un cuento.
Pero cuando pasas la infancia en la pobreza.
Vives en un pueblo apartado en la que como ahora,
la gente se retrata por su conducta:
Unos, solidarios y generosos;
y otros, carroñeros, prepotentes,
carentes de educación o buenas maneras.
Sembrando miedo y discordia;
difamaciones o ruindades entre el vecindario.
Siempre lo terrible de que el que se "mueve" no sale en la "foto".

Tiempos de una justicia como siempre en manos
de gentes de todo tipo, que supieron nadar y guardar la ropa.
Una constante de cómo los perversos, son incombustibles
y llega uno a pensar que la función que tienen
es una misión espiritual para que , si aprendemos "
no tengamos que volver a esto que siempre llamó mi madre:
"Josemari, la Tierra es un valle de lágrimas".
y yo, muy testarudo llevándole la contraria, porque intuía que es una programación negativa.
A pesar que en sus tristísimos ojos, en los que había
había más verdad que en sus palabras.
Unas palabras llenas de amargura.
Sólo empañada por una fé inquebrantable en:
Jesús de Nazaret y en la Virgen de la Luz y en la Iglesia Católica Apostólica Romana
y, "Jesuita"... añadía yo, 
y comenzábamos a discutir encarecidamente.
"Tengo que decirte, madre" que llevabas toda la razón.
Sinceramente: TODA.
Me ha llevado casi medio siglo comprobar esto.
Y yo sólo sé, que fuiste engañada y yo, también, mamá.
Bien que lo siento, porque descubrir que el ser humano tiene el Mal,
tan dentro y tan a las claras y que la Mentira sea la norma,
entiende que descorazona.
Porque creamos esta lamentable realidad que creemos.

Que es una palabra terrible, sí, porque terminas viviendo
rodeado de seres que, como no tienen corazón,
el hueco lo han rellenado de: Ego, Soberbia, Vanidad.
Y otros lugares, de silicona o afeites.

Cambiar la ética por la estética
ya esta descrito desde El Libro del Buen Amor.

No cambian las cosas;
ni siquiera nosotros...
apenas cerramos los ojos llega el día de San José
de cualquier año de nuestra vida.
Y te viene el olor a bollos recién traídos del horno
para mojar en chocolate caliente...
y los nervios y la alegría sin sentido de un niño;
y un entorno familiar que es como nuestro entorno
cálido, apoyando las manos en la mesa y encogiendo los hombros,
para mirar en silencio todo aquel espectáculo jocoso e inusual.

Aquello no se puede olvidar y aparece o se eclipsa
por tiempos, llegando a dudar si fue algo cierto
en algún momento.

Hoy más que nunca tengo esas dudas.
Han logrado, personas incalificables, borrar
lo que conforma nuestra identidad humana.

De esta manera, sentado en el patio,
tomando el sol y junto a Kika, en total sintonía
con el vacío y la soledad y al lado justo
de una planta de Melisa, que mitiga el estrés.

Es tiempo de otras verdades.
Tan vez las que hubo siempre y no nos dimos cuenta,
porque se va aprendiendo poco a poco a ver lo que es
y no lo que creemos ver.
En tiempos en los que no se puede hablar,
porque se ha destrozado la comunicación.
Nada hay que decir.

Todo puede ser distorsionado oficialmente,
con toda la ley de su parte, porque así,
las mentiras dominan el espacio y el tiempo.
Pensar por uno mismo ha sido decretado como peligroso.
Sin embargo es muy cómodo, fácil y gratificante
asumir los argumentarios oficiales.
Así, nos halagan, y nos evitan un trabajo personal de elaboración de ideas...
y luego el riesgo de no saber si seremos acertados o descalificados,
por los que oficialmente se han erigido en amos.
No puedo menos que volver a recordar el día del Santo de mi padre
y todo el mundo que ello traía,
porque de eso, hoy, ya no queda nada de nada.


© GatoFénix

52-El hombre acunado en mentiras.


 

Una cosa es hacerse el tonto y otra muy distinta es
que te traten como si lo fueras.
Una cosa es guardar silencio y otra muy distinta es
que te silencien.

Perdonen que irrumpa en el poema "desta" forma
hablando.
Hablando sin ningún interés de ablandar nada,
desde una verdad subjetiva tan válida
como la de todos los silenciosos voluntarios
que acatan las reglas de un juego
en el que juegan sin haberlo inventado;
sin tratar de reinventar la rueda,
sin doblegarse al infortunio de la agresividad ajena,
enmascarada con miles de disfraces
y que todos ellos nos llevan, con pasmosa evidencia,
a esta perversidad de buenismo que sólo es bueno
cuando su marco de pensamiento es el único;
cuando el incienso de los mediocres, interesados
en medrar, económica o egoicamente,
los "coloca" o los instala,
diciendo que no hay, por su parte,
sino el bien de los demás pero...
no acatan las normas.
Ellos son las normas.
Ellos están por encima de la Ley.

Hay una farándula callejera lobotomizada,
hábilmente manipulada por gentes de
tan notable inteligencia como perversidad.
Los adoctrinados, nuevamente,
se han zampado a los verdaderos indignados.

Hay gentes, entre bambalinas, que organizan
la vida de los otros, todos nosotros,
a su interés y antojo con un cinismo
propio de trileros, guapos y feos,
ellos y ellas, jóvenes y no tanto que
igual siembran cizaña por la noche, un día,
que reinventan un diccionario de términos, otro,
basados en sus principios que no son sino
el final de todos los humanos, incluidos ellos,
aunque no lo sepan o no quieran saberlo.

Como ven es un escrito sin argumentario;
sin asesores, psicólogos, pedagogos,
politólogos, ni todos los ingenieros
del nuevo logos revelado,
a unos pocos iluminados,
toda vez que el Logos, Dios,
fue muerto hace tiempo para que el caos
nos dirigiera,
por donde mi imaginación, no hace tanto,
era incapaz de vislumbrar,
que nos dirigiera/digiriera..

El ser humano es tan complicado como simple.
Olvidemos las palabras;
vayamos a los hechos.
Miremos las obras tal como se nos muestran
de esa verdad, luego, con frialdad,
lleguemos a conclusiones:
Nuestra verdad.

La mentira parece una almohadilla
de una encajera de Almagro.
Sobre ella, se pueden tejer filigranas,
hilos, al fin y al cabo, entrelazados
con la ayuda de alfileres,
de duras cabezas de colores,
sin seso alguno, peones
que los dedos de la encajera,
en sabia rutina,
pincha en un patrón de papel,
de arriba hacia abajo,
sobre un falo lleno de paja,
entre sus muslos;
Ella, sentada a horcajadas
en silla baja de anea,
que es planta bisexual, como sabéis,
femenina abajo y masculina arriba,
formando un conjunto plástico ancestral manchego;
más exhibicionismo, ambiguo callejero, que
porno cutre a la hora de la siesta
que es la hora de la oveja del horóscopo chino
Una amazona sobre Clavileño
como cabalgando detenida en el tiempo
mientras avanza hacia abajo de las crines,
cual escritura japonesa,.
un entramado geométrico de calados
que son para jugar con el vacío
y con el aire.
Sugerente arte el de la insinuación
del objeto y del sujeto.

Una imagen que vale mucho más que mis palabras
aunque fueran mil y que nos muestra
la mentira como artificio
regido por patrones de siempre
y que igual sirve para una mantilla de blonda
para una procesión que para unas puñetas;
también vale para un ajuar completo,
para lencería íntima o para
un vestidito de primera comunión,
y hasta un tú y yo.

Podría estar callado, como muchos quisieran,
y de paso, ser dueño de mis silencios,
como he leído por ahí,
pero en este caso decido hablar,
como en otras veces,
para que vosotros seáis los dueños de lo que digo.

Una vez dicho lo dicho, cada cual recoge lo que quiere,
por lo que tampoco me hago responsable
de interpretaciones personales.
Sólo asumo ser un pequeño revulsivo
que os mueva a la reflexión.
A mi estilo.
Con patrón propio,
aunque coincidente con el de muchos
a lo largo del tiempo o en este momento,
como una alternativa a las manifestaciones
de calle y plaza, tan molestas e incómodas,
para todos,
como cutres y antiestéticas,
por lo que he visto,
que me recuerdan un pretérito anterior,
sufrido en mis carnes,
con la oscura intención
de presente continuo.

Callar, no supone haber caído en la burda trampa.
Casi veinticinco años de mala educación,
con poca ciencia y esfuerzo y mucha doctrina,
tiene estas consecuencias.

Nunca estuve en las *ultreyas
- ¡Dios Santo! no sé ni cómo se escribe -
de los cursillos de cristiandad en el franquismo,
ni en las convivencias de la acción católica,
pero me tocó verlas muy de cerca.
El mismo tufo tiene.
Esa nube fanática que ciega los ojos,
y los demás sentidos, empezando por el sentido común,
para mi es muy reconocible bajo todas las máscaras.
Todo, una copia barata de los movimientos eclesiales
que tanto denostan.
El nuevo opio de la televisión
lobotomiza al pueblo - Pan y circo - como siempre,
en el eterno trabajo, encaje de bolillos,
de involucionar al hombre, acunado en mentiras.
Recuérdense lecturas...
Fahrenheit 451
Mundo feliz de Huxley
y 1984 de Orwell
en 2011


© GatoFénix
PD. Enclaustrado, como todo el mundo y muy triste por haber acertado tanto e incluso habiéndome quedado corto
. Escrito en 2011

Parece que interesa.

355 - El que tenga ojos para ver... "Auroras Boreales Realmente".

  S. Mateo 13:9-16 RVR1960 El que tiene oídos para oír, oiga. Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas ...