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08 marzo 2022

169 - Dios "echó el resto" al crear la mujer.

 




Todos los días, no sólo en este, quiero decir:

Que agradezco, desde mi hominidad masculina,
el estar en este plano para decir: 
Gracias a la madre que me parió.
(Porque es de bien nacidos, ser agradecidos)
La vida no es un regalo cualquiera; es, el mejor regalo.
Un regalo lleno de sorpresas;
Sorpresas que entre ellas, se lleva la palma,
 la de poder encontrar, conocer,
Interactuar con otros seres, en particular con las mujeres. 
Desde que tienes uso de razón van llenándote de:
Experiencias,
pensamientos,
músicas,
vibraciones complementarias,
sensaciones inimaginables,
conversaciones, 
palabras,
significados nuevos de las cosas,
sueños que dan miel o fuerza,
Rosas, con sus correspondientes espinas,
aromas impensables,
silencios como gasas de azahar,
confusiones,
mohines,
ademanes,
manos que danzan, 
vaivenes,
tropiezos, 
y enseñanzas…
 propias de la esencia misma del ser.
Han sido mis maestras en la vida.
Ella me dio la oportunidad única de entrar en esta Tierra
para experimentar con un cuerpo humano del que no tenemos
manual de instrucciones.
La segunda palabra es: Sorpresa.
Ir de la mano, al lado de ellas es ir de sorpresa en sorpresa.
De hecho, no dejan de sorprenderme.
Me sigo sorprendiendo.
Es como si viviera, una y otra vez,
Como la vez primera.
El hombre ya está bien hecho, aunque hace agua por muchas partes,
Pero la mujer es de un diseño perfecto.
Igual hay gente que desiste de seguir leyendo.
Lo entiendo pero insisto, desde que era niño comprendí
Que en “creación de la mujer”, Dios echó el resto.
Botticelli luego en el nacimiento de Venus
Hizo un amago, dentro de la geometría sagrada que lo envuelve,
Y nos acerca a ese divino momento de nacimiento/creación.
Pero claro, Nuestro Padre Madre Dios
la Materia Prima que usa es Su Propia Esencia,
y eso es Algo Sublime, 
porque sólo crea con Amor.

© GatoFénix




168 - De Luna lleno.

 








Escrito el 13-11-2011 12:49

Esta noche la luna
llena como estaba llena
parecía un agujero bien redondo
por donde escapar del día.

Parecía que al respirar y ponerse de puntillas
la cabeza fuera a salir a otra dimensión.

Gracias a Dios el aire fresco
ha bajado del cielo y nos envuelve.
Bajo la carpa de la noche
extendemos los brazos
para abarcar, la misión imposible,
de Nuestra Casa.

El ahogo de "los otros"
hiere la pared que nos circunda.
Nos replegamos
quisiéramos no pensar
y no podemos.

Esta noche la luna
llena, como cuando llena
de luz la noche.
Las tejas de las casas bajas
perecen plata y terciopelo
plagada de minúsculos *diamentes.
Los *diamentes son los diamantes locos
de los hombres que habitan su interior.
Ellos salen a pasar la noche al raso.
No soportan la televisión
ni los espacios cerrados
sin horizonte.

Muchas noches,
cuando voy a tirar la basura,
me los quedo mirando
sabiendo que los míos andarán por ahí
tirados como andan los gatos libres, en celo,
por los tejados, cada vez, ambos,
más lejos de la comprensión de las cosas,
las cosas que están más allá de toda comprensión
natural.
Han visto hembras castradas que no olían a nada;
que andaban soplando y bufando.
Decían de sí, que eran mascotas.
Han visto colegas, muy pocos, es cierto,
que temían a la noche y al hambre.
Gatos que tomaban espinacas
sin ningún rubor.
Otros que patinaban en los tejados
porque les habían hecho una manicura
definitiva.
Todos; unos peluches de alcoba.
A años luz de Mica, la gata de mi infancia.
Libre, hermosa, inteligente, fiel a su hogar:
el nuestro, pero independiente.
Parió varias veces
-Qué orgullosa cómo nos mostraba su camada –

Frente a mi ventana, se montaba
la danza ritual de selección,
con el mejor gato del vecindario.

Los citaba allí a todos y me brindaba,
en el rellano de la puerta, bajo mi dormitorio,
un espectáculo único de coquetería
y de elegancia mientras ellos se la disputaban
en feroz pelea.
Poco a poco iban desapareciendo de escena
aquellos que no superaron la prueba.
Finalmente, desaparecía,
 entre los periquitos de la entrada,
con el vencedor.
Cada verano, en su territorio,
en madrugadas heridas por la luna llena,
la misma historia.
La historia natural de siempre.
Un ritual natural, que ahora, no sé,
puede que esté penalizado.
Menos mal que son gatos, porque nosotros,
los humanos varones, más nos vale prudencia.
Esta semana he leído que “invitar a una mujer
a tomar una copa” es una conducta "sexualmente coercitiva”.
"Sexuda" conclusión ... ¿O era sesuda?

La misma historia;
la historia natural de siempre está en peligro.
Pudo sobrevivir a los clérigos y a la Inquisición,
pero no tengo yo tan seguro que pueda sobrevivir
a los psicólogos, a los “progresistas” y a los legisladores.

Los *diamentes seguirán por los tejados
el invierno que casi llega y de nuevo
los pocos gatos que queden patrullando
en las noches de enero,
al menos, lo intentarán
una vez más.

Muchos hombres y otras tantas mujeres
es posible que no tengan tanta suerte,
y deban ir de viaje a Tailandia o a Cuba.

© GatoFénix 
(Ad maiorem Dei Gloriam, con permiso de Ramón Pérez de Ayala)

Parece que interesa.

355 - El que tenga ojos para ver... "Auroras Boreales Realmente".

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