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21 diciembre 2023

156 - Bajo una lluvia de silencios.







Estoy empapado bajo la lluvia de silencios.
Es una lluvia silenciosa y fría.
Parece una manta que me cae, no del cielo,
sino de la tierra.
Es una extraña sensación de inversión.
Va contra la ley de la gravedad, porque,
no es nada grave... es natural.
Creo que sube, porque no son las fontanelas,
sino las fosas nasales las que aspiran
el aire y en él vivimos. 
En él quedan suspendidos los silencios...
Al nutrirnos de ellos, nos llenamos.
Puede que alguna lágrima se deslice.
Algunas suelen caer por la mejilla
y otras bajan al lado de la nariz,
las más atrevidas, en algún suspiro,
llegan a coronar la punta de la nariz
y luego caen sobre el pecho.
(He de pensar en un baberito)

Nutre ese silencio y que nace una soledad,
bien entendida.
Hay una continua comunicación
con todos los seres que hemos sido,
y se te presentan situaciones,
reflexiones, pensamientos...y
sabes que no hay ruido de palabras huecas;
te eleva o te diluye en esta humanidad que somos.

Todo lo comprendes, nada añoras;
sabes lo justo y descubres,
que nada es lo que parece...
Que sólo en el acordeón de la vida
te encuentras entre los fuelles con quienes
siguen tocando el mismo tango, el mismo tango,
pegados a la lona de siempre: fijos.

Al estar en ese estado, 
saltas de una comprensión a otra 
porque "ves" que estuviste con ellos en la lona...
y todo lo comprendes bien.
Te sabes uno más que lleva "su tran-tran"
y que, a veces, era una milonga; otra
una canción de cuna y a veces
un villancico.
Lo único permanente es la voz.
Ese sonido que es aire modulado y que vibra siempre
con la armonía de los sentimientos.
En la el ritmo lo marcan los silencios.
Sin embargo todo el conjunto...
igual son miles de vidas con síncopas,
anacrusas, forte, luego un pichicato y piano.
En cada partitura, lo que somos en la Tierra,
está toda la melodía del nuestra alma eterna.
Viajamos hasta el papel de una partitura...
pero piensas, cómo en algo tan frágil
se le ocurrió a Dios ponernos.
Así pasa que transcurre el tiempo y...
muy pocos saben leer y menos aun interpretar
nuestra música sagrada.
Por eso cuando el alma escucha una música y vibra con ella
a veces ríe, otras llora, otras baila y todo pasa
en un sintiempo.
Por eso ahora soy consciente de ello
y lo cuento para mis hermanos que sepan
leer esta partitura callada, porque está
bajo una lluvia de silencios.

© GatoFénix
    











 

Parece que interesa.

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