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19 junio 2022

225 - Vuelta por aquí contigo.

 



Esta mañana subí a la moto
para moverme entre el Sol de junio
y la brisa de la Mancha,  por la marcha rumorosa...
por entre los olores del campo, a diestra y siniestra,
de la cinta gris del asfalto.
Todo el tiempo fuiste conmigo
y cada metro del viaje,
nadando entre los perfumes cálidos,
pensaba dentro del casco...
¿Cómo se lo cuento?
Porque esto no es cuento.
Es una ruta en escúter entre curvas
que lo hace dactílico...
Como dar gas y luego cortar
para luego acelerar.
Dáctilo y espondeo latino
(larga breve + larga, larga)
Aquí como en la música el vaivén,
lo marcan los acentos.
Por esta carretera camino de Ruiderra,
dejando atrás el Pantano de Peñarroya.
Conoces cada palmo del trayecto por su aroma
en cada estación del año.
Ibas conmigo mirando al frente;
luego a la izquierda; luego a la derecha.
Los ojos se emborrachan de luz y de colores.
Dehesa ondulada con olor a chufas:
carrascas y encinas sobre campo liego ya segado;
Campos de trigo sembrados de alpacas de paja...
(ese plástico blanco en la envoltura de los cilindros,
ha sido una novedad para mi)
Parecían los serijos de algunos gigantes imaginarios
que en esta tierra y con estos calores
no extrañarían a nadie esas ocurrencias.
También según me alejaba los veía achicarse
y entonces me parecieron Tiendas Mongolas
configurando una aldea de suelo amarillo cálido.
Así alternando, hasta iniciar el "rosario de lagunas",
desde la más baja como un arrozal chino por sus plantas
que no dejan ver el agua y su olor dulzón a verde tierno,
así, hasta llegar al pueblo de Ruidera para luego dejarlo atrás,
oliendo a churros, hasta girar a la izquierda, 
quedando el pequeño Camposanto, a la derecha y
enfilando las "cuentas" de este recorrido lagunar.
Aquí llega el olor del agua limpia y a monte bajo en flor
que casi se puede masticar.
Se nota lleno de "prana" y vuelan en él,
muchas y variopintas mariposas que están como locas;
se desplazan como a cabezazos, sin orden ni concierto,
como nosotros, de niños, cuando aprendimos a nadar.
Volaban erráticas, borrachas, difíciles de esquivar, pero 
sólo una infeliz me llenó el parabrisas
con sus escamitas nácar...
¡lo siento!
Ya sé que estaba en su territorio..
Y me dolió mientras pensaba...que
... cómo ha hecho Dios las cosas,
hasta las más pequeñas; tan perfectas
que me he cruzado dos coches y varios ciclistas,
pensando:
¿Cómo puede fabricarse la tesela de nácar 
de las alas de una mariposa tan diminuta?
En eso, iba dejando a la derecha la laguna Redondilla.
Laguna tras laguna con sus azules propios.
turquesa, azul celeste, azul oscuro, azul real...
y así buena parte de la lista de azules
del muestrario PANTONE©
Todo el calor a flor de piel.
Incluso con el viento de la velocidad
las partes del cuerpo, no expuestas,
se empezaban a notar sudorosas,
que ya de ida, de los grados que había,
las posaderas no se deslizaban y se percibían
un poco encharcado sobre el plástico del asiento.
Volvemos por la Ossa de Montiel y se nos hace corto
si lo comparamos con la lentitud, llena de belleza
de cruzar El Parque.
Cierto que todo el tiempo se pasó en nada...
"como en un ensalmo",
como una meditación "in itinere"
Más cerca de lo de Allá que de lo de acá
Como si nos hubiéramos fundido con el tiempo y el entorno,
Y fuéramos los dos: 
tanto el vehículo como la mariposa;
 el olor el viento y los colores;
el espejo del agua que refleja el fondo y a la vez
el cielo.
Todo:  "como un Instante Santo"...
Esta mañana los dos juntos:
tú y yo.
Como si fuéramos uno.
Todo: 
Uno

© GatoFénix




Parece que interesa.

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