Publicado el 05-08-2014 20:34 (parte I)
De aquellos veranos de mi niñez zafrillana,
tengo recuerdos indelebles.
La escuela era para mi una parte de mi casa;
no una segunda casa; era: parte de mi casa.
No era parte de mi vida, yo diría que era
como mi vida misma.
Me parecía un mundo fascinante, un encuentro,
que daba miedo a un niño tan pequeño;
un espacio mágico con elementos que eran familiares
pero a la vez únicos, como los pupitres.
Aquellos cuadernos, tamaño octavilla,
de pastas verdes y rotuladas: Cuaderno;
La tinta Fix, ¡Por Dios! que diluíamos en los tinteros blancos, de china (de porcelana blanca. No sabíamos que existía China);
Las plumillas de mojar con las que dibujamos nuestras primeras letras y un lujo...los colores Alpino
( ANTIGUA CAJA DE TINTA FIX - CON LA TINTA E INSTRUCCIONES DENTRO - AZUL-NEGRA - Botellas, Cajas y Envases - Cajas y Cajitas Metálicas)
Era para mi, que era tan pequeño, un mundo desconocido.
Las mesas colocadas en secciones:
Unas a la derecha del maestro bajo las ventanas;
otra fila de ellas a la izquierda de la mesa del maestro y, atrás,
colocadas transversalmente, nosotros: los más pequeños.
Eso era una Escuela Unitaria de niños.
Hacía frío en invierno y con una estufa que daba más humo que calor
pasábamos los días escolares; ahora recuerdo, como si no fueran a terminar nunca;
como si no fuéramos a ir a ninguna parte.
Sin embargo, no recuerdo, muchas ocasiones en las que el silencio y el murmullo,
las risas calladas y los otros, nos hicieran estar más vivos, aunque pareciéramos dormidos. Ir a la escuela, que eran bajar las escaleras y pasar al lado del mechinal, eran mis momentos sociales.
Ser hijo del maestro y tan pequeño no era cómodo, ni tampoco era fácil tener amigos.
De hecho, recuerdo una infancia solitaria y estrictamente familiar; de paseos con mi padre o con la hija de Isabel y con mi hermano Fernando, cuando abría el tiempo.
íbamos a: El molino de agua donde se molía el trigo para producir harina y "salvao" (Que era lo que comían los gorrinos de cada casa) y recuerdo poner la mano para tocar la harina recién molida que estaba fría y suave; y el olor que desprendía, ahora es como si me viniera a la nariz: Humedad, madera y harina recién molida, todo junto; o también a la fuente del "Tío Peseto" o las "eras" de los alrededores.
Fuente del Tío Peseto en la actualidad
El nogal cerca de la fuente y del Molino
Ruinas del Molino de agua
Vista de Zafrilla
Lo que era mi casa y la escuela.
Ahora es el Ayuntamiento.
En aquel entonces, nos mandaba el Gobierno una mantequilla
de no sabía qué país, para que nos quitáramos el hambre
de la tarde; y más adelante, años después, un queso naranja
que venía en latas ¡Ah! y también leche en polvo.
Y esto es lo que no he olvidado y quiero contar.
Eloy, un chico que era mayor que yo,
y que creo era hijo del carpintero,
una tarde me regaló una paleta, hecha por él,
para untar la mantequilla en el pan.
Lo recuerdo con sus pantalones cortos de pana negra
y una especie de chaqueta con chaleco abajo y camisa.
Se acercó callado, era muy callado siempre,
y me la dio en la mano.
Puedo decir que sin verme la cara, me supongo,
lo que llaman ahora "ojiplático".
Pasé mis dedos por la hoja que estaba pulida;
tenía la punta redonda y el puño,
un poco más grueso y redondeado del tamaño de mi manita.
Es un recuerdo indeleble ese momento.
La olí y olía a madera de pino
y lo miré con enorme agradecimiento.
Ambos estábamos con la cabeza agachada.
Igual no dijimos nada, como hacemos frecuentemente los hombres.
Alguien, de lejos, podría recordarle la imagen el cuadro de los trabajadores
del campo a la hora del Ángelus, de Millet.
Pero sin llegar a tanto, aún, mi corazón
recuerda ese regalo como un don inesperado
...y sigo agradecido a mi amigo Eloy.
© GatoFénix
© GatoFénix - Zafrilla II (Continuación y apéndice)
Publicado el 11-09-2014 13:08
Estos olmos los plantamos a la entrada de Zafrilla, las alumnas y los alumnos
en aquel entonces. La misma edad tenemos.
Hay dos olmos a la
entrada del Zafrilla
que tiene mi edad aproximadamente.
Los plantó mi padre con los alumnos de la
escuela,
esos que están con él en la foto de blanco y
negro.
Plantó dos árboles, tuvo cinco hijos y le faltó
escribir un libro,
aunque todo lo llevaba en la cabeza.
Por eso, en su memoria, tengo la obligación
moral
de dejar constancia de sus enseñanzas
y parte de su historia porque son las raíces de
la mía
y de la de algunos de vosotros..(refiriéndome a
sus alumnos)
© GatoFénix
PD: Debo añadir que dos días después empezaba la
Feria y un "insigne" hijo de Cañete hizo el Pregón.
Lo encontré colgado en el Facebook, por el mismo
sujeto que me borró un mensaje aclaratorio de otro anterior, porque debe ser" el
puto amo".
En él aparece una referencia a mis padres.
Ambos, después de once años de trabajo de
maestros en aquella aldea
y en aquellas condiciones, son mencionados
como... mi madre hacía la comida y mi padre, no he encontrado el significado de
lo que le llama,
pero suena a insulto, por lo que parece que
viene de entonces todavía el odio.
Ya, ni muerto respetan, ni honran su memoria la
gentuza.
Este "ínclito" pregonero, no me ha contestado al
correo que puse en su página.
Le he dado unos días pero debe ser que se tiene
que asesorar o solicitar del argumentario de los de siempre.
Él no sabe nada de mi padre, porque no estuvo
allí.
Todo se lo han contado, como se hace en estos
días con la historia, con todas las historias.
Y se oculta aquello que no conviene que se
conozca
o se queman documentos que los pueden inculpar.
No creo que haya documentos de aquella época.
Ni si hubo una denuncia a los que mandaban
entonces por algún tejemaneje.
Sólo sé que a raíz de aquello que no existirá,
aquel año (1955) les dieron a cada vecino 500 pts. de una tala de pinos.
Era mucho dinero para entonces y digo yo ¿Cómo
no se contó eso en el pregón de este insigne pregonero?
¿ Y por qué ese año se pago esa cantidad y nunca
antes, y que yo sepa, nunca después?
Claro había pocas personas que supieran escribir
y ya no digo redactar algo.
Tal vez ni se atrevieran a hablar.
Y digo yo ¿ cómo puede ser que las historias se
repitan y manden los que mandaban y seamos los perdedores siempre los mismos?
Lástima de gentes que siguen o ignorantes o
acobardados.
Tengo pendientes un par de visitas, de
agradecimiento y de cariño.
Quería hacer unas fotos a mi antigua casa, pero
ya me han dicho que no queda nada de ella; pero cuando no quede nadie de
quienes nos quisieron ¿para qué ir?
Así son las cosas.
Tercas como ellas solas, que diría un manchego.
Un manojo de vividores que flotan en cualquier
sustancia y circunstancia.
Trabajan de mamporreros en cualquier régimen
político.
"Hacen a pluma y a pelo"
Son ellos los que hacen que este y otros pueblos
maravillosos, se vayan consumiendo en la miseria que transmiten, hasta
desaparecer, para luego reaparecer con otra identidad que nada tiene que ver
con su esencia.
Un parque temático.
También menciona, "el insigne cohete",
en su Pregón, a mi amigo Eloy, para decir de él que no sacó ni el Certificado
de Escolaridad.
Yo no lo sé, porque me fui antes de que
terminara el periodo escolar, pero puedo decir que me encantaría abrazarlo
porque su corazón era de "Doctor Honoris Causa en Humanidad y
Generosidad".
Qué le vamos a hacer, parece que todo vale para
arrancar unas risas al respetable. Tipo Wayoming
Pero mira por donde esto que escribo lo leen
hasta en Australia y en Japón y en Estados Unidos y el México y en Argentina y
no les va a caer bien este Pregonero de las Ferias de S. Agustín en Zafrilla:
D. Miguel Romero Saiz, el 25 Agosto 2014
¡Va por ti, papá! ¡Va por por ti, mamá!