!A saber por qué llora uno¡
Piensas y existes, se dice, pero realmente...
"no vives sin vivir en tí"...
Allá vas por la periferias;...lejos
...muy lejos del centro...
Como si no quisieras saber de ti.
Estás en esa clase de paz, tan rara,
dónde nada te molesta y...
todo se vuelve parte de ti.
Donde... sin querer y olvidándote,
sin saber de ti, vives en el centro de todo.
Que.."mueres porque no mueres"
Santa Teresa nos lo dijo, tan bien.
(Ángel lo pinta tan perfecto).
Esa paz de estar inmerso en una historia:
interminable, misteriosa y fascinante.
Y sin embargo, en esa apariencia,
te ves acunado, arrullado, embargado
por un "no sé qué" y un"qué se yo"
que termina con ese sopor en la frente...
que baja a los ojos ...y notas,
que llegan ángeles a tu alrededor,
portando unas pequeñas copas, de fino cristal,
para recoger esas gotas de tus ojos,
que están cargadas de códigos sagrados
e inescrutables para nosotros.
Ruedan por las mejillas "a trompa talega" o
lentas y cálidas por el lágrimal al bigote y
a la comisura, ya salada, de los labios;
otras, más atrevidas , y no sé como,
terminan en la punta de la nariz.
Y ves,no obstante, que estás bien:
porque no sientes tu cuerpo;
tus órganos funcionan tan acordes,
que ni se nota la melodía de la vida;
porque están interpretando "el ahora"
dentro de la armonía de lo Eterno.
En este ahora, que es un Universo
de "compleja sencillez".
Es, sintonizar la mente "loca" y "pajarera"
y el corazón rebosante de un amor
que es el Todo y el Saber...
Todo, tan lejos, del conocimiento
deducido, lógicamente, (la mente)
por ambiguos Signos que nos confunden;
inmersos en las mentiras palpables
que nos acosan, nos rodean y apabullan.
Tanto es así, a veces, que nos entristece todo...
hasta que, luego, un llanto jubiloso,
nos saca del "Pozo del marasmo"
(que es nuestra "sorprendente escuela")
para llegar (puestos "de vuelta y media")
a la Bendita Casa del Padre.
© GatoFénix
