"El hombre es la medida de todas las cosas"
Yo soy, la medida.
El hombre da "dimensión a las cosas";
les da sentido, el suyo, porque nada le es ajeno.
Cada cosa es parte de él, y él, es su medida.
Los juicios del hombre son su carta de presentación.
Sus burlas hacia otros: una manifestación de su envidia.
Y su envidia da la medida de su miedo...a ser, menos;
o a no ser aceptado; o incluso,
a darse cuenta que "no puede" con aquello.
(Ya sea: persona, animal o cosa).
No hay amor en nada de esto.
Ya puede cubrirse de florituras o de oropeles:
Todo es falso.
Lo delatan sus palabras.
Y se ve...
si uno conoce , aunque sea de vista, a "Protágoras".
Que: "donde no hay mata no hay patata".
Con sólo esto ya nos podemos liberar de un peso.
No tomaremos a mal los juicios o las bromas o...
"escraches". (pongamos por caso)
Todo será interpretado como un aprendizaje
en este farragoso discurrir por la vida misma.
Entenderemos que "lo normal", ahora, es estar solo;
y que reconocer esta situación, no la empeora:
sólo hace que nos acerquemos a "ver" lo obvio...
Ganaremos tiempo para seguir nuestra ruta y
nos mostraremos, "adecuadamente" en la sociedad.
El océano no puede ser contenido en un "boche".
Este ejemplo os valdrá:
Todo eso en lo conceptual y en lo relativo al pensamiento,
que si recapacitamos, llega a ser "casi todo".
Somos lo que hemos leído o lo que hemos "visto" o vivido.
De ahí la importancia de "educar en la capacidad".
Hay mucha ingeniería social y pedagógica, en ese menester.
Y el resultado es, lo que tenemos:
Seres espirituales, infinitos,
experimentando temporalmente en un cuerpo,
transformados, desde la asunción y el convencimiento inducido,
en animales del: "comamos y bebamos que mañana moriremos".
(Y la muerte no existe) Porque somos..
Seres espirituales, con infinitas capacidades; nacidos en el Amor,
en el Todo...y ahora y, desde "tropecientos años"
totalmente abducidos y eclipsados sin más realidad...
que lo que salga en la pantalla o en los MMC.
(Y... lo espiritual ha desaparecido)
Siendo el hombre "la medida de todas las cosas",
que anunció Protágoras, el objetivo de esta gente, era el hombre.
"La abolición de hombre" de C.S Lewis (léanlo)
(Se le conoce por ser autor de "Narnia")
Así el hombre transformado en esta "cosa de ahora"
ajeno/ignorante, hasta de su propia naturaleza animal, que es su recipiente;
sólo le queda ser un "boche" en la playa para llenarse de "la nada": el humo.
Eso que venden, muy caro, por cierto...
los des-almados amos,
del rebaño.
© GatoFénix
