Se cerró el cielo según avanzaba el día 11 de marzo 2022.
Llegando, al principio de la tarde, los algodonales del cielo,
con su relieve y tonos: blancos, azules y grises...
creaban una cúpula, como sólo Dios sabe hacerla.
Miraba al cielo repetidas veces.
Respiraba profundamente la vibración del Padre.
Sentía que estaba protegido y a la vez libre...
y a la par, siempre a la par...
un gozo suave, sin escándalos,
como muy interior...
ese que se fragua en el estómago vacío
y asciende al corazón, y a sus alrededores;
notando, que en la parte superior derecha,...
Ananda-Kanda se activa,
en una dimensión nueva de amor.
Ya no es el rojo de la madre Tierra,
que notas en los pies y sube de Madre Gaia;
ni verde esmeralda de nuestros hermanos los árboles y las plantas;
ahora reventando los prunos japoneses
inundando con el rosa tenue y blanco,
salpicando el cielo y su entorno, con sus pétalos esparcidos.
Ni siquiera los Pensamientos,
morados y amarillos, que andan por los suelos
tapizando los jardines de la Plaza de Alcalá,
tienen que ver nada con lo superficial,
excepto, en la Armonía del Todo que
nos salpimenta...
creando este conjunto.
La lluvia es una bendición del cielo.
Camino con una pizca de "barretina" motera en mi cabeza
y las gafas se llenan de lágrimas externas que caen como bolitas
de luz y quedan en los cristales de mis gafas como
pequeñas semiesferas de sanación:
como unos pequeños "Domos" del Arcángel Rafael.
Esta lluvia y su vibración...
Invita a pasear porque es un envolvimiento que seduce
como un abrazo de amor femenino siempre cálido y húmedo.
Al fondo y en origen, una madre ausente
toda mi vida.
Un volver a repetir: Seré mi padre y mi madre,
desde el mechinal.
La luz te embarga.
No ciega pero casi deslumbra.
Sientes que no cae del cielo
sino que, hermanado con la Madre Tierra,
te rodea y te envuelve...
saliendo de los poros del aire y del suelo;
produciendo un efecto de luminosidad
iridiscente y convergente de cuencos opuestos;
viviendo dulcemente una luz cenital y otra,
de la superficie brillante del empedrado de calles y de la plaza,
que sube hacia arriba.
En este bello cascarón bivalvo donde somos
como la ostra, sin perla, en el plato de porcelana Imari.
Es un día de despedida.
Despido las calles que transité con mi querida familia
durante unos años increíblemente felices.
"Sic Transit..." y vivir la propia muerte
en este último acto:
De transitar sobre los charcos y bajo la lluvia...
solo.
He vivido hoy, casi todo el día, desde anoche:
Lo de quedar convertido en polvo,
lleno de miedo como cuando me sentó mi madre sobre las patatas,
patatas que hoy son cantos rodados y empedrado,
resbaladizos, fríos y húmedos, como aquellas
del segundo marzo de mi vida.
Sentir morir todas las ilusiones
que es lo que somos y ser consiente
de desaparecer
en la nada.
Cada paso me llena los ojos de bruma y
dentro de una enorme paz veo que las gafas...
también tienen gotitas por el reverso tenebroso del cristal
provenientes de una lluvia interior
que brota en momentos puntuales
al parpadeo.
Hoy es una cruel despedida.
De esas despedidas que te hacen escindirte de una ilusión,
de una ilusión que creía tan real,
que di, casi mi vida, por ella.
"Puse toda la carne en el asador"
para nada.
Volveré de visita, algunas veces, creo,
porque no hay nadie que me espere.
Ni lugar de reposo que me nutra
y sea mi segunda piel.
Ya no tengo lugar fijo y seguro donde apoyaba
la aguja del compás y así formar el circulo de mi entorno vital.
Ya, sólo puedo ser un huésped, un invitado, un cliente, pero...
un extraño,
un ajeno enajenado,
"saliente de noches" de ensueño y de desvelo.
Para el resto de mis días.
en Plaza de San Diego. Al lado de lo que fuera mi Cuartel.
Al fondo uno: tan corriente, tan humano, y tan "tonto", se desconcierta,
porque no entiende el Amor de Dios.
Y eso, aunque pienso, de "verdad de la buena", que
todo, todo, todo...
es para bien
y concluyo con este deseo:
"Todo lo bueno para quienes transitaron conmigo
algún tramo de vida por esta preciosa ciudad;
Ciudad, que para mi fue compendio de todo:
"Eros y Thanatos" hermanados.
El prólogo de este tiempo feliz
fue una corta estancia en el 1976-77
al hacer la mili en los "Paracas"
con "el corto purgatorio" de 15 días de Prevención.
Y mira por donde ahora, allí, han construido la Biblioteca de la Universidad:
El: "Panta Rei" de Heráclito. (Todo pasa)
Todo se transforma.
© GatoFénix