En el Evangelio de Lucas, Jesús dijo:
Nadie enciende una lámpara para luego ponerla en un lugar escondido o cubrirla con un cajón, sino para ponerla en una repisa, a fin de que los que entren tengan luz. Tus ojos son la lámpara de tu cuerpo. Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz; pero si está nublada, todo tu ser estará en la oscuridad. Asegúrate de que la luz que crees tener no sea oscuridad. Por tanto, si todo tu ser disfruta de la luz, sin que ninguna parte quede en la oscuridad, estarás completamente iluminado, como cuando una lámpara te alumbra con su luz.Lucas 11:33-36, Nueva Versión Internacional
Llenos de espejismos nos movemos toda o parte de la vida.
La luz está para ponerla sobre el celemín, para alumbrar...
pero, los que no quieren/no queremos vernos tal cual,
siempre se trata de buscar un celemín para ponerla debajo de él.
Y muchos (todos sabemos quienes) tiene todos los celemines
habidos y por haber:
"La sanción social"
"La in-Justicia legal"
"El orden del desorden"
"La in-seguridad con múltiples trajes o uniformes"
Y así un largo etcétera de poderes para eliminar la luz.
a veces es recluida y otras directamente "apagada"
en un manto de omertá que todo lo envuelve y el plasma
envuelve a sus acólitos el las neolenguas con medios electrónicos,
con conocimientos psicofísicos y sociales, que dominan a la perfección,
y...por eso, no ha de quedar ni un candil encendido...
Pero somos como esas velas, de cumpleaños, que por más que soplas
no se logran apagar, como si resucitaran una y otra vez.
Para sorpresa y monumental cabreo del protagonista del cumpleaños feliz.
© GatoFénix