Que está puerta que se abre sea para bien.
A mí, como GatoFénix que soy, me vendría bien
aunque fuera una gatera.
Para los demás, deseo que sea magnífica.
Una puerta enorme por la que, al cruzarla,
Os llevará a otra verdadera dimensión.
Tan perfecta, que os hiciera sentir distintos y a la vez,
los mismos de siempre, pero más livianos y luminosos.
Una puerta ésta, que nos revelará quienes somos realmente,
al margen de la mente,
lejos del ego y demás padres de,
"el miedo", nuestro mayor enemigo,
porque nos manipula y nos aleja de La Verdad con mayúsculas
y nos hace vivir constantemente en una rueda de hámster,
o colgantes de un enorme globo de helio o,
mucho peor, en Las casa colgadas de Cuenca,
hundidos en el desamor de nuestra infancia, viviendo,
una y otra vez, el cuento de la Cenicienta sin anestesia y
sin saber bailar, que eso es clave en esta vida.
Un día éste, que me he levantado como con una pegatina liviana e invisible pegada a la frente,
sin saber qué es, ni qué me va a regalar en esta soledad conmigo mismo;
más cerca de lo intangible que de la manzana que voy a tomar a las 12:12 horas de hoy 11:11
Me detengo un poco para enviaros estas palabras del alma.
© GatoFénix