© Guillermo Yeshua
Un Arco Iris en el suelo: Somos.
Ha pasado el tiempo, que...¿Qué es?
En este momento: Nada.
Más que nada, porque yo estoy donde soy.
Buscar en el recuerdo "el, yo era"...
Es ahondar en ese arcoIris del suelo.
He puesto el Link posterior porque,
si no se ha leido, no se va apoder entender esto.
Era/fue hace mucho...y ahora no es nada,
porque está todo vivo en mi,
...porque ya no estaría a quí y, sin embargo,
traigo commigo ese aprendizaje de vida y muerte.
Quedé "muerto" frente al urólogo en ese pasillo.
Junto a la ventana; a mi izquierda,
nos encontramos como de paso...
- "Hay que operar. Es urgente".
Ni tuve palabras, ni las tengo ahora.
Todo sería retratar nuestras miradas y en ellas...
se decía todo.
- "Sea". Le dije... Cuando pueda ser.
- "Es urgente".
fueron dos intervenciones casi seguidas.
Sólo sé lo que yo sentía.
Aprendí lo que es no estar.
Viví el desapego de mi mismo
(una enajenación) y la separación física
de quien más quería: Sara
Ahí sientes que, hay momentos,
en los que no tienes con quien dejar a tu hija pequeña.
Nunca habíamos pasado una noche alejados: Nunca.
(Ni en su primera Noche Vieja, con seis meses,
en la que tenía fiebre y me quedé con ella en el hotel de Cuenca...
dándole Reiki y cuidándola con todo cariño).
Verdaderamente no saber con quién la puedes dejar
para acogerla, me preocupaba más que yo mismo.
Y tenias más preocupación por ella,
que por mi propia vida.
Vives la muerte, de repente.
Y es, para mi, la primera separación.
Adivinas. Sientes. Sabes... que,
en el mejor de los casos, nada será igual.
Siempre habrá un parentesis de no vida,
entre una parte y otra.
Eres un arco Iris sobre la iridiscencia del agua
...por los suelos.
Eran estas fechas.
Siguen siendo estas fechas desde entonces.
Han seguido siendo las mismas
muchos años...todos los que tiene .
Y ahora es entonces.
Y ahora es como entonces.
Sólo en mi casa, en mi cama.
Sin otra atención que la de mis ángeles
que son un regalo, y que ya entonces,
estuvieron conmigo
y creo...que se quedaron muy cerca.
Siento la misma paz que en aquella anestesía:
"Un viaje sin recuerdos"...
"ausente de mi mismo"...
"sin cuerpo que sentir"...
"profundamente, solo"...
Ajeno al mundo y a mi propio cuerpo.
Todo como una premonición de lo siguiente.
- Feliz "dentro de lo que cabe", que tantas veces decía mi padre.
Y veo que es muy ajustada la frase...
a la realidad que somos:
"Una tarjeta en blanco"
Gracias. Gracias. Gracias.
© GatoFénix
