Luna llena, lluvia permanente.
Diluvio y oscuridad.
Decididamente me cogieron los
ángeles.
Después de no ver nada;
Tras cuatro horas sobre la moto;
chorreando por fuera, seco por
dentro,
cambio de guantes en la última
parada para repostar
cerca de Chinchilla provincia de
Albacete.
“Ya falta poco”, me dije.
“Tengo que seguir”, pensé.
Tentado de dejar el viaje…
Nunca hice un viaje en estás
condicionantes.
(Pensamientos y rezos)
En Quinientos mil kilómetros hechos,
nunca tuve estás condiciones.
Si se presentaban así: me volvía a
casa…
Menos esta vez.
Reanudo la marcha camino de
Alicante.
Parece que va a aclarar, pero es
mentira.
Sigue la misma lluvia
cegadora.
Adelanto un camión y me llena de
barro la pantalla del casco.
Por la toma de aire del mismo
me ha salpicado agua a las gafas y al pin
lok.
Son pocas gotas, pero
molestan.
Salgo de la nube y veo que va muy
cerca de otro camión,
debo adelantarlo también, y lo
rebaso.
La moto va muy fina.
Somos uno tantos años, que me siento
feliz de golpe.
Tras el segundo camión adelantado
va un coche blanco, me parece,
y como no veo hueco suficiente para
colocarme detrás, con seguridad,
lo adelanto.
Y en ese momento, lo que parecía
imposible, sucede.
Arrecia la lluvia tanto tanto
que no alcanzó a ver por dónde
voy.
Me agachó tras la cúpula de mi K100RS
para favorecer que se limpie la
pantalla del casco.
Elevé la cabeza y no supe por dónde
seguía la carretera.
Vi un círculo blanco entre las
nubes;
Perdí el asfalto bajo mis ruedas,
Sentí volar...
Incluso fuera de mi como, si fuera un
pellizco
de la miga de pan candeal de la
Eternidad incomprensible.
Me protegieron los Ángeles
Y no sé cómo, ni porqué.
Ningún dolor.
No estaría aquí.
Como dormido fuera del cuerpo.
... ... ...
Veo una luz mortecina, amarillenta y oigo hablar.
Estoy en una ambulancia.
Me desnudan como pueden.
Oigo lejos
decir:
“Buena ropa lleva este motero”.
Me preguntaron un teléfono y respondí.
Luego ya no recuerdo nada hasta
llegar
al Hospital de Alicante.
Allí unos días salvándome y estabilizándome.
Georg, mi amigo, y su mujer,
trajeron a mi
mujer. Ana...
y la vi a mi lado derecho, desconcertada.
Y yo, pesaroso de haberle hecho
la
faena de este estropicio.
Era un cuadro "dantesco y surrealista".
Por el suelo, a mi derecha todos mis pertrechos
que trajo la ambulancia "in situ".
Parecía una tienda del Rastro madrileño
después de un aguacero.
Y yo la guinda del pastel...
Gracias infinitas a la profesionalidad de todos los de allí,
Hospital de Alicante, “For Ever”.
Luego cuando pudo ser,
me
llevaron en ambulancia a mi hospital
Príncipe de Asturias
en Alcalá de Henares.
Y allí pasé mi primera noche, en la
misma cama
que había quedado libre, porque había fallecido
hacía un par de horas, el paciente que la ocupaba.
De esa noche es mejor que no intente
escribir nada,
porque era tanta la soledad y mi desconcierto
porque me quedé triste, sin compañía de
familia:
consciente totalmente de todo.
Y que sólo estuve escuchando las
maniobras
de un hijo atendiendo a su padre, enfermo,
en
la cama contigua.
Pensé que ese buen hombre tenía suerte
por tener un hijo que lo atendiera.
Yo, no debería merecer tal cosa.
Y así lo asumí.
Pero estoy aquí entero meses
después,
convaleciente un año, contándoos esto,…
aún con gran dificultad y buscándome
las mañas.
Ahora (por 2019) en la escuela del
dolor,
la de la verdad y la de la reflexión, que
ando malamente…
pero ando observando las cosas, por
delante
y con el “retrovisor” por detrás;
aunque al día siguiente, ahora recuerdo, tenía revisión
de ojos;
que desde el golpe y la conmoción
cerebral,
veo doble en algunos ángulos,
y si es difícil ver estando normal,
así, es más complicado.
Y también tengo “lagunas”, como las de
Ruidera,
en algunos recuerdos de personas y de
cosas…
Estoy como en una nueva escuela para
reaprender cosas
que antes daba por automáticas y
naturales,
y ahora me parecen casi imposibles, como
levantar los brazos
para bailar sevillanas, por ejemplo. Aunque nunca
las he bailado,
porque ese arte: no lo tengo. Aunque de niño con 9 años,
mi madre nos llevó a mi hermano y a mi,
a aprender, con el Maestro Barón, a bailar la jota manchega
y llegamos a bailar en un teatro Bailes Regionales,
en Bolaños de Calatrava.
¡Qué cosas Dios mío!
Hoy a 26 de enero de 2022
Así salió de casa, aquel día. Muy hermosa estaba.
Cerca del Pantano de Entrepeñas, Guadalajara, España.
2,3 y 4 de Marzo 2018
IMPORTANTE
Un año más se pone en marcha la KEDADA ALICANTE, una Reunión Internacional de motos BMW del modelo K, que ya recibió el año pasado la participación de Franceses y Italianos, y que, este año , El club BMW K1 de Francia ha manifestado su intención de visitarnos con Varios de sus miembros, Tambien Andreas Schmidt que tiene una pagina dedicada a las K1 en Alemania quiere venir, Se seguirán haciendo esfuerzos para que llegue a muchos puntos de nuestra geografía y también de Europa. Es una concentración pensada como punto de encuentro, donde poder conocer a los miembros que forman parte del foro BMWMOTOS.COM. Para mi es como una gran familia, a la que me siento muy orgulloso de pertenecer, y que me ha permitido experimentar la calidad de las personas que acuden al evento.
Animaros a participar y animar a vuestro amigos que posean un Ladrillo Volador.
CIUDAD DE ACOGIDA
ALICANTE