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28 febrero 2022

152 - Lo efímero hecho recuerdo eterno.








Amasar los senos del tiempo "encarnado";
Barajando la esferas, como un mago;
mezclando, en la superficie de la mesa
las fichas del dominó o ese vaivén que notas
mientras no hay pensamientos claros de nada.
Y todo son nubes a borbotones y ,
 "un estar" subido en "cachivaches" de Feria, 
que te zarandean matemáticamente, sin sentido, 
siempre variando sobre un círculo 
insertado en otros círculos a distintos ángulos.
Nada nos parece lo que es y ,sin los pies en el suelo, 
sentimos ese vacío en el estómago 
que nos advierte de nuestra fragilidad 
como si fuéramos hojas caídas 
en el momento justo 
de perder contacto con su árbol.
Hoy nieva 
y sobre la ropa admiramos, antes de fundirse, 
cómo, el frío que es un orfebre, transforma una gota,
 mientras desciende, 
en una joya, tan preciosa como efímera.
Recuerdo, 
al contemplar este espectáculo, el impagable 
calor de tu cuerpo junto al mío, 
y cómo su arte derretía, 
las esquinas de mi ser, amoldándolo 
y haciéndolo uno, con el espacio interior indefinible.
Como una Estrella Fugaz que desaparece 
y se apaga su nieve,
como si "nunca hubiera sido".
Es, 
la eterna vuelta al principio de esta Obra Maestra 
en la que participamos... 
siendo menos, en tiempo y en espacio,
que una garrapatea en un compás de cuatro por cuatro
O... "compás de Compasillo".

© GatoFénix



150 - En la oscuridad desaparece la sombra.

 

No puedo menos que pasar esta foto de texto,
porque es una gran verdad.




"De noche, todos los gatos son pardos", se dice.
(Mejor me lo digo a mi mismo, jeje)
Llevo toda la vida confiando y no tengo palabras para decir
lo verdad que es.
Es una gran verdad, pero no se aprende nunca.

Ayer sin ir más lejos me llevé la última.
El último zas, que se dice ahora.
¡Hombre! Se acostumbra uno,
incluso viéndolas venir y no siendo tonto del todo.

Parece que unos nacemos de una manera y con una disposición
y otros, bueno, son diferentes.
Se mueven mejor en la oscuridad, por eso de su sombra.
Hay gente, que como decía mi padre, ya muerto:
- ¡Qué mala sombra tiene!
Y no creáis, que he pensado en ella mucho.

Tiene una gran carga de profundidad y mucho fundamento.
La sombra...Hum. Pensando...
No se dice "tiene buena sombra", de nadie.
Esos, que no son como yo, creo que han nacido en ella,
en la oscuridad, digo.
Y siempre permanecen en ese lugar cómodo,
donde no se llevan sorpresas, porque saben que lo de confiar
es cosa de alto riesgo.

Puedo hablar con naturalidad sobre esto, porque aquí no hay nadie real.
Todo es como esa sombra (virtual) y se está tan lejos que hay abismos
más que distancias en este "nosotros";
porque tal vez lo más milagroso, que es la comunicación, no se puede dar
porque nadie "ha hecho ni una legua en sus mocasines",
en los del "otro".
Mocasines, que son los libros de cada uno;
y sus pensamientos mientras los lee;
y sus diálogos interiores sentados, a oscuras,
al borde de su cama.
Cuando no sientes más calor
que el que te fabricas bajo el edredón.
Y rezas agradecido como hacia mi tía sor María,
en la Clínica del Trabajo, cerca de Cuatro Caminos.
- "Un Padrenuestro por el que inventó la cama". Me contaba.
O cuando ya muy débil y enferma, a punto de morir, que dijo:
- "Pues esto de la vida tampoco ha sido gran cosa" Vamos,
"nada del otro mundo".
Que por un lado tiene su gracia, pero ella no bromeaba, en ese momento.

La vida para ella no había tenido "muchas luces de colores".
Toda su vida cuidando lisiados, ayudándolos a rehabilitarse.

Y, sin embargo, viéndome desconsolado,
aquella Navidad del cincuenta y ocho,
llorando desconsoladamente, triste y frustrado,
en víspera de unos Reyes que no trajeron
"el coche que se le abrieran las puertas", que yo esperaba.
Me dijo:
- ¿Tú crees en la Providencia?
Yo no entendía esa palabra, pero dije:
- Sí.
Y me regaló un avión, que era una tontería fea.
Se le cargaban como tres supositorios de plástico,
con un alfiler en la punta y que mirando por el fuselaje,
y con ayuda de un espejo se veía el suelo.
Sobre él, se ponía un corcho cuadrado con una ilustración, 
a todo color de la Tierra vista desde el espacio.

Alguna vez me pinché en la punta del pie. "Bombardeando".
Ya dije: algo feo y 
que nada más verlo
 supe "el recorrido" que tenía.
Y así ha sido toda mi vida.
Siempre confiando.
Pensando, y lo sabia: 
"que el hombre es la medida de toda las cosas"
y a posteriori lo reflexionaba, si lo sabía...¿entonces?...
Pero sigues confiando, aunque tengas la cara como un pan
de tanta "torta" que te llevas.
Y no hay más. 
Por eso lo digo.
Porque no va a cambiar tu vida, como tampoco la mía.
Aunque yo "sé que no tengo mala sombra".
Y eso me reconforta.
Sigo confiando...en Dios.
Y con el tiempo he visto que todo es por algo;
aunque...duela.

© GatoFénix

Escrito el 26-11-2015 13:46

151 - La música: el espejo del alma.





El espejo del alma: la música

La música es nuestro espejo del alma.
Este espejo "pasa del tiempo" y nos mira,
tal como es nuestro interior.
Desaparecen las arrugas de la piel
y aparecemos tal como somos.
La música es el espejo del alma.
En ella, al cerrar los ojos, quedamos
en una paz zozobrosa y remozante.
Es el gozo interior de ser; no, de haber sido.
El gozo de existir dentro de uno momentos
felices como en un huevo de Pascua "sin tiempo".

Damos saltitos imperceptibles en nuestro interior;
y nuestros pies olvidan sus achaques;
se mueven todos los órganos del cuerpo,
cabalgando al paso, al trote,...del corazón.
El siempre joven.
Pierdes la memoria
del tiempo, volviendo del revés, el tiempo.

Y entonces, aparece una sonrisa interior en los labios;
tan fresca y jugosa como entonces, que es ahora,
tan locos, como felices e irracionales,
durante la escucha.
Y la música, que es un espejo interior, nos devuelve
nuestro mejor momento como un beso.

Y pasa una película hecha de retales del pasado
vueltos esencia, que, diluidos, tornan el vaso de agua transparente
en un crisol, una lupa misteriosa que aumenta
lo amoroso y dulce transmutándose
en una copa de excelente vino
con la que ahora brindo por vosotros.
¡Salud, amigos!

© GatoFénix
Escrito el 27-11-2015 15:04

Parece que interesa.

355 - El que tenga ojos para ver... "Auroras Boreales Realmente".

  S. Mateo 13:9-16 RVR1960 El que tiene oídos para oír, oiga. Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas ...