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21 diciembre 2022

270 - Inmersos... "En el "color del tiempo".

 
 
 
 Todavía dura su luz
 
 
 
 
Kika en el corazón

"Inmersos en el color del tiempo"

Se acerca otro año un tiempo intemporal.
Sólo comenzar a escribir y se me llenan los ojos
de ese calor que luego derrama gotas llenas de recuerdos
llenas de información que ya no es nada
y que , sin embargo, en esta Época del año te ahoga.
Sabes unas cosas, porque aprendes...
pero llega este tiempo y olvidas y sólo traes 
lo más profundo de ti;
aquello que es como "el fondo de armario",
aunque, es más un baúl de madera
rematadas las esquinas con chapas brillantes
remachadas con lavos de cabeza gruesa.
El interior está forrado de fieltro.
Ya no se sabe cuál es el color: ¿rosa? ¿beige?
yo diría que es: "El color del tiempo".
Hagamos esta meditación:
 
 
 

 
 
 
Al levantar esa tapa pesada, no chirria, diría que nos agradece
esa mirada, desde el alma, a un interior cargado de cosas.
Son cosas dejadas ahí por abandono o sustitución,
pero que no han perdido un ápice del amor que nos dieron.
Un pañuelo bordado, con una puntilla en los bordes;
una mantita que arrulló a cinco bebés por un tiempo;
un sonajero con bolita transparente llena de bolitas de colores;
(como una mentira, llena de muchas mentiras de colores)
un escapulario marrón de fieltro de la Virgen del Carmen;
un juego de cama de un "Moisés" con su colchita ovalada;
varias sabanitas de felpa con el color crudo de su vejez;
un gorrito de lana con pompón, tejido con las agujas de hacer punto.
 y que se fabricaba como una tira que luego se cosía en círculo,
como una esterilla.
Todo colocado años y años formando los sedimentos
de un corte transversal que nos simula el "harakiri" de los recuerdos.
Huele a todo el tiempo.
 Y nos recuerda que lo que ahora es
yace ahí porque el tiempo no para, y "aquello" es:
" una porción"
de la tarta de cumpleaños que es nuestra vida.
A la vista de esas cosas...con su tacto...con su aroma;
hemos bajado la mirada... y al rato, nos hemos rehecho;
y aun, llorando suavemente, hemos agradecido
a todos y cada uno de los actores del elenco
que hicieron posible esta obra de teatro que es nuestra vida.
El "ahora", es lo que hay.
Este presente: "Yo soy"
Como lo fueron, los momentos anteriores, con la diferencia
de que en este momento somos 
"Conscientes" al menos de una cosa:
Todo es "para bien", o sea: un regalo;
todo lo elegimos y lo asumimos ahora: 
Lo pactamos.
Y, en estas fechas de Navidad, 
todos tenemos un baúl virtual en nuestro corazón y, otro,
que este es nuevo, en las "tripas" del PC 
o de los móviles (Celulares)
y en no sé cuántos Pen-Drive y en algunos
Discos Duros, antiguos o de última generación,
en los que ya no hay aroma, ni textura y...
queda todo reducido a:
imagen y sonido.
Pero es igual para nuestra mente.
Ella, de un golpe de vista a una foto,
activa tal cantidad de sensaciones que nos entristece,
nos hace revivir el momento y misteriosamente
aparece el ruido de una estación de ferrocarril,
el aroma de unos aperitivos,
el salitre del mar y la "tontuna"
de varias cervezas en la que nuestro inconsciente
trataba de ahogar evidencias y tristezas
(haciendose uno el tonto)
y que siempre quedaron flotando
hasta hoy mismo.
En este tiempo de "soledad" física, 
en la que estamos el veinte por ciento del planeta
(del otro ochenta restante, no sabría decir)
sentimos poco a poco 
que lo que creímos una cosa, como la compañía
o el amor de pareja, o el amor filial, 
o el amor de supuestos amigos que comprobamos
como decía Sabina...: 
"Lo nuestro duró, lo que duran dos peces de hielo...
en un cóctail on de rock".
Hubo "muchos peces de hielo inmenrsos"...
en copa de cristal con guinda de nuestra vida:
"El Mundo" sin ir más lejos...
Porque hemos aprendido que en el teatro de la vida,
nada es lo que parece.
 Tanto que hasta en tiempos de Shakespeare
las mujeres eran representadas por hombres, 
por cosas de la ley de entonces.
Y llegados a esta Navidad. 
Sentiremos que los seres queridos que nos quieren...
estarán físicamente "como de aquí a Lima"
(Expresión domestica sacada del baul de mi infancia.
Que no sé si será generalizable,
y que la decía mi madre, muchas veces,
para indicar lo lejos que estaba algo). 
Y sin embargo
 estaremos en sus corazones,
que ya no se puede estar más cerca,
 el uno del otro, en esta encarnación.
Por eso a todos estos "hermanos" lectores,
de todos los confines de la tierra, 
deseo deciros que:
"Todos estáis en este baúl/corazon anciano y nuevo
 que he conseguido en "la tienda":
"La Obra de Cristo".
Os lo hago saber, especialmente, 
a todos los que entendéis, al cien por cien,
estas palabras", que son:
Palabras del alma.

© GatoFénix









Parece que interesa.

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