Romero
Cuenca (Las casas Colgadas)
Y Espliego, que le encantaba a mamá.
Recordar es sentir de nuevo.
Secuencia:
En mayo se fue mamá
De vuelta a Casa.
Vengo de viaje y pregunto a papá,
Ya está solo
Empieza a contar a su manera:
y no llega nada ni nadie”.
Papá sigue el relato entrecortado:
- Hablaron aparte…tu hermano…con el hospital.
("Silencio en la
noche: tango", pienso)
Esa frase tantas veces dicha por ti, papá.
Es la espera.
Nada.
Nadie.
Tarde espera que llegue
la nada;
(Y yo cavilando en frases)
“Te sientes Don Nadie”,
Es lo que elegiste ser y luego te lo impusieron.
("Ciclista,
Paraguas, Bebé, Sombrilla y Cine")
Tus chascarrillos de siempre, papá.
Ya sabías que es tarde
antes de esperar, pero
en esta última espera,…
ella y él.
Impera que no llegue nadie.
Apremia la prisa de que no moleste mamá.
“¡Qué trastorno, por Dios!...”
¡Tu madre muerta en la casa del que la llevó a ella!
… … ….
-¡Espera, Fernando. No la mováis ya. Eso antes!.
Malas palabras recibes por ocurrírsete hablar.
Ni caso te hacen.
(“Culebrillas, pesa cantos, habichuelas y
garbanzos)
Son lilallas y
cantinelas de toda tu vida.
- "Hasta la
eternidad, mamá"
- Me dijiste, papá, que le dijiste.
Habías besado su frente.
Tenía fiebre.
Se la llevan y
te dejan llorando…
solo.
y la nuera (tampoco tengo palabras) imponen su criterio:
¡“Que la lleven donde
no moleste”! Escucha mi padre que dicen.
Y ellos se van con ella.
“Corral de comedias de Almagro”
Que dice el dicho bolañego:
“Malas jaulas y peores
pájaros”
Nosotros, los demás hijos, viniendo de viaje...
Cientos de kilómetros…
Y llegando antes del cierre del Hospital,
de milagro.
Le dije algunas cosas al oído.
La acaricié,
…su piel inolvidable llena de infancia y de cuentos;
su cara, su vientre: mi primera casa;
sus manos y sus pies…y le di Reiki en la planta…
Luego, la besé en la frente...
antes de que el frío la convirtiera en nácar…y me fui.
Así hasta las ocho.
No llegó a calentar la cama, la pobre.
Sonó el móvil, pero antes,
no sé si en sueños o a duermevela,
"mamá te noté cerca; y te ibas"…se despidió.
Más, no hubo nada.
El menosprecio, la impotencia y la rabia;
finalmente... el llanto ¿verdad, papá?
Era por mayo, como si fuera ahora, y no hace tanto.
Aunque parece un siglo.
Y, ahora que lo cuento,
No hace nada.
© GatoFénix a 21 de enero de 2022