A veces nuestra espalda
Cual concha de tortuga
Se nos muestra tesela de dolores.
Podríamos viajar,
A salto de caballo
De ajedrez, por ella
Y sentir en cada cuadro,
Blanco o negro:
Un tiempo, un cometa,
Una causa, una cometa,
Un sueño, una quimera,
Una diablesa, un abrazo,
La incertidumbre, una careta,
Un chasco, un abandono,
Un beso, el miedo,
Un pájaro, un helado,
La risa o un te quiero.
Las huellas del pasado
No nos dejan.
A veces, nos pisan los talones del futuro.
Por eso, solo a veces,
Vivimos el presente
Jugando cada turno,
En cada mano.
Pensamos que la vida es
Una loca partida
En la que todos los jugadores
de forma sorprendente
aprenden las reglas mientras juegan.
A veces, muchas veces, se termina…
Sin que aprendamos nada.
Hay cosas que sorprenden.
En estas circunstancias
Tienes la sensación
Que algunos jugadores
Juegan con ventaja.
Por eso nuestra espalda
Cual concha de tortuga se nos muestra:
precioso mosaico de colores;
ingente tesela de dolores.
© GatoFénix