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01 marzo 2022

155 - Era en 2011 y meditaba sobre la moto...


Este montaje se hizo con fotografías del verano. (Nota del autor) 
 
Era 2011 y cuento mi vuelta en moto.
Salir envuelto en la mañana
a lomos de un sueño plateado,
rumoroso o rugiente, pero siempre suave:
Es mi segundo regalo.
Voy en el presente,
asombrado, sin sombra;
El cielo está lleno de rebaños de ovejas
en hileras diagonales paralelas;
ovillos de lana de nieve a la izquierda;
olor de escarcha a la derecha;
escarcha brillante,
luciendo arco iris en cada descuido.

Un patito, un lago y dos soldaditos de plomo.

El cielo sale por donde puede
y se muestra como una cúpula
cubierta por un fresco pompeyano.
Hoy toca vuelta: Blanco y azul celeste.

Un garabato, un giro y dos palotes.

En la cabeza, un cuento y
un manojo de preocupaciones
se van cayendo de la moto
según avanzo en el revoltijo de las sensaciones.

Un ganso impresentable se se está yendo,
una hucha vacía y dos fusiles con bayoneta, deja.

Hay poco trafico esta mañana,
algunos vuelven de los curros y el confeti.
Quizás no sepan que es un hermoso día,
nuevo y deslumbrante, y se han creído,
que todo sigue igual que anoche.

Mamá pata, un ovillo de lana
y dos agujas de hacer punto.

Llegando a Sacedón daré la vuelta - pienso -
y en pasando la presa quedará el reverso;
un abismo a la izquierda, y a la derecha
una ladera cubierta de pinos piñoneros.

Un palomo cojo, un huevo y dos antenas.

El viaje; en un suspiro, delicioso;
el Sol asoma recién afeitado
apartando la espuma de su cara
de un manotazo y me calienta un trocito de cara,
el resto del cuerpo se siente tranquilo, encapsulado.

Un pato , una naranja y dos palillos chinos.

Con el sol arriba y a la espalda,
entre las curvas, me encuentro jugando
con mi sombra; ora está a mi lado,
ora la persigo; a veces a mi izquierda,
con la linea blanca en la cabeza,
a veces flaneando sobre las rocas,
justo a mi derecha.

Unas curvas, un círculo y dos paralelas.

Arriba está Horche, pegado al cielo;
atrás queda Tendilla, ajena a esta fiesta.
Unas curvas y en el llano te avisan que te moderes,
estamos cerca de una estación de AVE
que no le veo pueblo, aunque se llama Yebes.
Sí, tiene andenes
como en los espagueti *güésteres.

Una gallina, una gallinaza y dos palos del gallinero.

Rozamos Guada, seguimos;
el tiempo se condensa,
aumenta el tráfico.
No hay tiempo de pensar en otra cosa
que en llegar saludable y tranquilo a casa:
ya no hay cuento.
La cruda realidad del Corredor,
del Henares, claro,
me deja sin letras el poema.
Y se me viene un cuento...
Va a ser el año del conejo... de Alicia
en el País de las maravillas:
- ¡No hay tiempo!¡Ni hay tiempo!
- ¿Recuerdas?
Queda inaugurado, con este primer viaje
el año:
Dos mil once, este uno de enero.
Os deseo:
Una paloma, un nido y dos ramas de olivo.

© GatoFénix 
(Que añora esos viajes de primero de año y que volveré a hacer cuando sea posible)

154 - Volví a nacer el 2 de marzo 2018.

 

Vino una paloma a la ventana de mi habitación de hospital.

El Hospital bajo un ArcoIris precioso.

Pues así quedamos tras el accidente.
Este casco cumplió su función con creces

© GatoFénix - Soliloquio - A punto de cumplir un año el 2 de marzo

Publicado el 20-02-2019 18:12

!Que pena, por Dios, "gatete"!
¡Qué pena si hubieras muerto,
y no volvieras otra vez!
¡Mi niño!¡Mi pobre motero y solitario, niño!
De siempre "liebre" del 51, según los chinos,
con el alma encogida al encontrar
"hombres de escopeta y perro"... en la vida.
Alma libre, de "liebre", sensible y temerosa.
Temerosa de encontrar armada:
con pana y botas;
chaleco y canana;
gorra de camuflaje,...
la zafiedad.
¡Vade retro...!
¡Peligro en el área!

¡Que pena, por Dios!
Conejito de oro, sin alas de plata,
pero, siempre que puede, sobre dos ruedas.
Bien calzado para disfrutar por lo negro.
Son ya medio millón de kilómetros por carreteras
trazadas en los paisaje de España,
haciéndose hueco,
como empujando las cunetas para fuera,
con los colores de cada estación del año...
Dejando, no obstante, que nos invadieran los olores
de cada sitio y momento, tierra y vegetación,
por lo que, aun con los ojos vendados,
sabríamos por donde transitamos
con nuestra cabalgadura.

¡Pobre GatoFénix! si no hubieras vuelto
de ese lugar, detrás de la luz, y sintiendo
una paz indescriptible.
Si no hubieras vuelto de la muerte
de ese día lleno de diluvio y oscuridad...donde
tremendamente solo, no hallé más cobijo
que en mis rezos a aquellos en los que creo profundamente
y que sin pizca de vergüenza menciono y agradezco,
aunque sea objeto de medias sonrisas.

¡Pobre de mi! Porque de mi hablo.
De ese pequeño "gato" que de salir una y otra vez a flote,
desde sus cenizas; nominé como Fénix, añadiendo:
"Por la Gracia de Dios", que "al César lo que es del Cesar
y a Dios lo que es de Dios".
Dios al que , humildemente sirvo, dando clases, dibujando,
diseñando, escribiendo (cuando puedo)
inventando cosas, siempre copiando las soluciones
de la Sagrada Geometría Divina que todo lo contiene
y que todo es una manifestación de ella.

Saliente el invierno pasado, dos de marzo, casi me acabo con él.
No sé cuántas "vidas" le quedarán a este ser,
de las siete, que dice el dicho, tiene el gato.
Cuántos renacimientos de Fénix, hasta quedar
en gato muerto, como cualquier mortal,
como en esta ocasión.
Igual que ese pobre animal
de pelo negro y blanco que vi ayer sobre el asfalto.
Tal vez, atropellado al intentar, cruzar mirando al frente,
absorto en su objetivo y sin mirar a los lados...
como nos pasa ahora a todos que nos inunda completamente
nuestro pensamiento o nuestro mundo interior o nuestro vacío
y otras veces estamos abducidos por el móvil...
ajenos al exterior y que nos enajena tanto que nos puede pasar
lo que a este gato de hábito dominico... y todo el conjunto
nos atropella y nos mata.
Debo felicitarme, por tanto bien.
Aunque no sepa el motivo.
Creí que todo estaba concluido...
y estuve en paz yo no sé el tiempo.
Pero hube de volver inerme
fijo en la luz del techo de la ambulancia.
Y supe quien era y el número de mi mujer
para que la llamaran...
aunque recuerdo que me despedí
y quedaron sentadas en el sofá de casa.
Luego vino todo "el después", once meses al lado del dolor.
Mucho tiempo solo, viendo las cosas con claridad,
sin engaños de falsas apariencias.
Una nueva gestación sin el vientre de mi madre, para volver a la vida.
Hace unos días volví a montar en moto para ir a Brihuega.
No era otra vez.
Fue algo diferente pero parecido a la primera vez,
cuando pasé de la Vespa a la BMW R100RS.
Mi corazón latía entonces más deprisa por el miedo
y los pocos años.
Ahora, volvía, incrédulo y prudente sobre otros huesos,
con otra vida.
Como si fuera un tiempo prestado...
para no se qué, si no es que sea
para contarlo y dar testimonio.
Porque, realmente,
... todo ha cambiado y es
"Distinto".
Verlo es una dolorosa bendición.

© GatoFénix (Sólo cuatro años después y solo)



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153 - Amado Dios

 😇



Hoy: Querido Dios.

En tiempos de confusión nos parecemos a una madera
de los barcos de antaño,
que después de un naufragio, por tempestad o por guerra,
siempre lleva a alguno de nosotros abrazándolo
con ambas manos a la altura de la axila derecha.
Exactamente, en ese momento, caemos en la cuenta
de nuestra pequeñez física.
Algunos, seguro que optan por dejarse morir en el sueño mortal;
ateridos de frío y de abandono hasta de si mismos.
Otros, como Judá Ben-Hur, en el cine,
por una fuerza que no sabemos su procedencia
deciden luchar y hasta rescatar a otros.
Nadie sabe el porqué de esa locura.
Ni el Capitán de la Galera Romana
desde sus creencias y valores, lo entiende.
Era su fe.
Ese arrebato de locura humana, que ya sea por odio, o por amor.
(cosas espirituales ambas)
Nos hace que entendamos que no somos lo que parecemos.
Y ahí aparece: "Dios"
El Dios de cada uno según su cultura,
pero que siempre es Algo que no se puede entender
con esta mente, aunque fuera brillante.
Porque Dios la trasciende y nos rebasa el entendimiento.
Y diría más, se dan la mano el odio y el amor
como las caras hermanas de un "Denario".
Opuestas: Sí, pero en la misma pieza.
Al Amor a Dios sólo lo entiende el corazón
una vez que, por Su misma Gracia,
te quita una venda de los ojos del alma
si gritas como Bartimeo:
 «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!»
Y Jesús dice:
«Recupera la vista, tu fe te ha salvado» .
y como el ciego de Jericó: 
Ves.
Todo el tiempo posterior, el ciego siguió a Jesús
cantando sus alabanzas.
Como hace, Carlos Cifuentes, músico extraordinario y 
compositor de esta pieza que interpreta
con su violín.

© GatoFénix




Parece que interesa.

355 - El que tenga ojos para ver... "Auroras Boreales Realmente".

  S. Mateo 13:9-16 RVR1960 El que tiene oídos para oír, oiga. Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas ...