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24 marzo 2024

378- - Entre "ser"... y "sentirte": inexistente. "Un sueño dentro de un sueño".

 
Esta es la segunda, la primera salió movida 😞


En la fragilidad de la inexistencia, vivimos.
Un contínuo de intermitencias como los fotogramas
de una película de celuloide  para Proyector Disney, 
de manivela los los años mil novecientos cincuenta y tantos.
(No he podido encontrar imagen  por ningún lado)

Me despierto a las ocho menos veintiún minutos, como en la foto.
Estaban, en la esfera, todas las saetas juntas una sobre otra...
Me sorprendió:
la horaria, el minutero y hasta la de los segundos en línea.
Eso cuando lo vi, ya sentado en la cama, decidí hacer esa foto.
Luego, tardé ese tiempo registrado por las agujas,
en abrir el móvil y tomar la segunda foto, que es esa. 

Salía de un sueño dentro del sueño, como si naciera otra vez.
Como de haber estado "en un pozo", que así lo siento...
pero como después de una hibernación  o de una muerte...
que así lo he vivido.

Ha sido un día intenso, agitado,
lleno de vacíos y de sorpresas.
Un viaje dentro del "viaje" que es la vida.
Un choque de recuerdos que me devolvía a lugares:
Alcalá, al Sol con "calima", a unas abejas en una planta, 
anónima y desconocida, que se deja fotografiar libando.






Un Hospital, el mío casi media vida, Príncipe de Asturias, entrañable...
con más recuerdos que ventanas...donde viví, insólitas experiencias 
de vida y muerte. 
Un carpetazo impactante de realidades ajenas ahora a mi vida...
como si fuera un fantasma y lo que veía ni me viera 
y yo fuera invisible.
Reconocía la puesta de Urgencias, donde llegan las ambulancias,
donde yo estoy, a donde me trajeron como embalsamado
inmóvil, después de venir de Alicante,
que era un lugar, como si fuera el limbo de mi vida.
Lugar lleno de ángeles especialistas en embalsamar cadáveres
con manos amorosas para hacer volver a la vida.
A esta, y no a "la otra" que era a donde iba...
en aquel viaje en mi moto, cerca de chinchilla,
en un día lleno de la oscuridad de la lluvia, 
que no he vuelto a ver en mi vida,
con otras oscuridades sobre mi, que sentía claramente, 
rezando: "Vade Retro Satán", donde sobre la máquina K100
no había más nada que el diluvio y cortinas de agua espesas
a un palmo de mi parabrisas.
En ese momento, salí de mi cuerpo invocando a San Benito...
y no sentí nada más...hasta ver la luz del techo 
del interior de la ambulancia...
Oigo qu eme pregunta un teléfono y recordé... 
y dije el de mi casa, creo.
Extraño, porque estando normal como ahora 
no sabría repetirlo...
Esta mañana a las diez cuarenta y cinco llegaba
en mi coche, frente a esa puerta de Urgencias.
Donde, otro milagro, había un hueco para estacionar mi coche.
Y estaba todo completamente lleno hasta los topes.
Parece que era la última vez.
El último viaje a un lugar que fue parte de mi vida
desde el nacimiento de mi hija en 1997
acabo de salir del sueño dentro de un sueño tan reparador
como cuando me salvaron esta vida en aquel accidente.
Desde aquí mi Felicitación a aquel Hospital de Traumatología,
que bien se merece todas las felicitaciones de mundo;
desde el Sr. Director, hasta el último sanitario 
de esa Santa Casa de Alicante.
Tenía esta deuda pendiente de saldar: mi público agradecimiento.
He soñado en el sueño como si de otra vida se tratara;
Y he soñado lo vivido como de otra manera, pero sabiendo,
que era aquello como si fuera yo desdoblado en:
 actor y observador.
He paseado; he bebido sorbos de agua de mi "cantimplora"
que en su día fue un envase de SOA que contenía
Silicio Orgánico Bebible el que tomé
cuando mi primer tratamiento de Cáncer
en el posoperatorio, en este mismo Hospital 
por el extraordinario Doctor Pacios.
Por aquí mi infinito agradecimiento.
Sólo me ha quedado hoy, Viernes de Dolores,
acercarme a Guadalajara para visitar La Virgen de la Antigua,
a la que he tenido en mi recuerdo esta mañana
en un paseo de los tantos paseos que he dado
siempre cerca de la subida a Urgencias.
En uno de esos paseos se me acerca María, una mujer desconocida
con la que he estado charlando como si fuéramos viejos conocidos.
Traía a su madre, muy viejita, para una revisión.
- "Yo es que hablo con todo el mundo. Bueno no es cierto. 
No sé porqué me he dirigido a ti.
Acabo de llegar y frente a ti estaba el único hueco para aparcar mi vehículo".
- "Cosa de los Ángeles". Le contesto yo.
- Pues eso pienso yo, porque no hay casualidades.
Conversamos de Reiki, de lo espiritual. De lo "rara" que es ella.
De sus experiencias con la medicina.
De un dolor con un medicamento que casi se muere y así,
un montón de cosas impropias de un primer encuentro entre desconocidos.
Me habla del Doctor Escudero y de su anestesia sin fármacos.
Le digo que conozco a ese doctor. Porque llevé a mi mujer a Valencia
a un Curso que impartía ese doctor: Psicoanalgesia Volitiva.
Y así un montón de cosas...que hubiéramos estado hablando horas, pero...
había dejado a su madre de 92 años en la sala de espera de Urgencias.
Y justo en ese momento llegaba una amiga mia con su bebé,
Tiene menos de un año de edad. Va en su carrito azul con capota,
 porque quería que la conociera. Y ha venido a eso.
Había tanto amor en ella, no se podía explicar.
Era su hija: un Ángel precioso de pelito rubio,
con una luz enorme en su cuerpecito, en su cara blanca,
en sus ojos azul cielo y en los deditos...
Toda ella era como un verdadero milagro.
- ¿Quieres cogerla?. Me pregunta ofreciéndomela.
- Sí. Claro. No sé si me acordaré...
Y la he tomado en brazos y me ha venido a la memoria la sensación 
de cuando cogí  a mi hija a los tres días de haber nacido.
Parece que en la línea del tiempo, los siglos se pusieran de perfil
y hacen que todo coincida en un abrazo vertical
uniendo los corazones, en un momento.
Una sensación del inabarcable e imposible abrazo
a la Luz.
Se salía de mis brazos aquel ser tan entrañable.

Luego ya llegaba la hora de irse a casa.
 Puso el carrito en el maletero
y la montó en el coche para volver a casa.

Camino, otra vez solo, paseando hacia mi coche para beber agua
y recibo un mensaje de que ya puedo recoger el sobre
que amablemente me trajo mi ex-mujer.
No hubo palabras.
Nada.

Después, volví a la carretera a desandar lo andado.
Mucho tráfico en este Viernes de Dolores...
y de Gozos, añado...
todavía encandilado por el ángel de Cristina.
 
Porque todo sucedía como si fuera una película antigua,
en la que yo era un ser extraño, fantasmal...
y que a los ojos de los demás era de ese "todo",
 que se movía a su alrededor.
Era, como si ellos pertenecieran al celuloide 
de una película de blanco y negro coloreada. 

Había palpablemente varios planos.
Yo sentía cómo entraba y salía, 
que no eran campos, sino mundos distintos,
compartiendo un espacio-tiempo.
No puedo definir mejor este sentimiento.
Aquello era como un decorado: El castillo de Herodes 
hecho de "corchopan coloreado" y...
en un "Belén" el Viernes Santo.
Luna Llena.

Un bucle en el que andaba yo deambulando
 y no sentía mis pasos.
Iba como en una burbuja de plasma.
Con la misma luz de ese Sol de esta mañana, 
que estando fuera, al medio día, pareciera que estuviese 
tras una gasa marrón, densa y sutil,
 sin que existieran nubes. 
Y creo que el efecto de somnolencia que hastiaba.
 
Escenario de robots o figurantes fumando uno y otro cigarro
manifestando un vacío interior
insondable.
Al llegar a casa miré el reloj luego de la siesta
y estaba retrasado dos horas exactas.
Parece que le dieron un bocado al día, quien fuera.
No sé dónde quedó ese tiempo.
Tuve que adelantar el reloj.

© GatoFénix







Desde dentro. En mi habitación cuando estuve ingresado.




Viernes de Dolores en Cuenca.






Todos pudimos vivir alguna vez "Un Domingo de Ramos".
A todos, en algún momento las alabanzas nos rodearon.
Luego vino la cobranza del precio que aquello valía...
Muchos entonces nos apeamos del burro...o nos apearon;
y vino lo opuesto, el desprecio, el descrédito, el rechazo...
porque no eres de plastilina moldeable a sus intereses...
y todo eso que conlleva ser fiel a la única Verdad que existe.
La verdad del Corazón Crístico, la del Amor incondicional,
también hacia aquellos que nos desprecian o nos rechazan 
porque...
"Tu orgullo", así lo difundirán, no se quiso doblegar 
por las 20 monedas de cobre a su agenda.

© GatoFénix












Parece que interesa.

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