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14 agosto 2022

244 - Hoy terminaba el atardecer y comenzó la lluvia






Llovía como deprisa, como si faltara tiempo para algo.
No sé apremiaba la caída de unas gotas enormes 
que sonaban en los tejados "uralita" como tambores.
Se limpiaron las cubiertas en una batida, y al poco,
siguió lloviendo mansamente; cesó luego,
y, después, tuvo que encenderse un Arco Iris,
porque los últimos rayos del Sol del día
se cruzaron con la mansedumbre
de las últimas gotas. Después...
salieron muchos pajaritos, canaleros, de paseo.
Y pude contemplar, desde mi ventana, sus gracias.
Al tener menos luz mi despacho, ellos no me veían,
y es así cómo libremente hacen mil cosas
que aun siendo pájaros voy a llamar "monerías".
Algunos habían bajado a un patio
y de las migas caídas de una merienda
han hecho una "fiesta de cumpleaños".
Era una risa cómo se disputaban un trozo de pan,
que era tan grande como su cabeza.
Y ahí peleaban, contra las tejas picando, y
desmenuzándolo...y
Se acercaban otros: Ninguna pelea.
diría que gozaban que su hermano
tuviera un trozo de pan que llevarse al pico.
Y así han estado hasta que la luz del día
se fue tornando opaca y luego quedó en nada.
Los pajaritos desaparecieron con ella
y todo se cerró en un silencio vacío,
vacío del piar de los pajaritos: 
vacío.
Me vuelvo al PC, a escribir algo y,
de nuevo, ha vuelto a llover.
Una lluvia tormentosa, con rayos y truenos,
con toda su parafernalia, pero distante.
Se percibía la lejanía en los relámpagos 
de poco voltaje y en los truenos 
que más parecían ecos.
Abrí la ventana y ahora el aroma del agua,
el oxígeno renovado y el frescor como de musgo
hizo que olvidara el estío...
me llevaba a otras estaciones y, hasta, 
a otras Tierras;
también de otras épocas, con sus circunstancias.
Era un viaje dentro de uno mismo 
sin el menor esfuerzo.
Todo el pasado es un relámpago apagado.
Queda... una tarde-noche de verano, 
con un pedazo de Luna enorme, 
parapetada detrás de las nubes...
pero que se dejaba notar en nuestra corona
que es la antena parabólica
que tenemos, mientras transitamos.
Una tarde original dentro de la monotonía 
monocorde de este verano, en "clave de Sol".
Algo se nota que no alcanzamos a definir
pero nuestro cuerpo barrunta que hay
muchas ollas cociendo;
muchas fogatas encendidas, donde
ya han decidido poner plantas eólicas.
Y pensamos que...
con cosas así, la Tierra, cada día se parece más
a la "Caldera de Pedro Botero".(1)

© GatoFénix



(1) Esa expresión es de mi madre y muy de la zona de Cuenca. Llevaba mal el calor, ella. En su memoria.

Parece que interesa.

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