Cuando tengo que escribir noto que se me ponen los ojos encendidos;
la frente también se incendia y es como si viera a través de mi tercer ojo.
Realmente no veo, sólo siento una determinada manera de "sentir";
sé que tengo que contar algo y me siento tranquilo
porque no he de hacer ningún guion.
Las palabras llegarán y la música, e incluso las imágenes.
Veo que se desvía mi atención y aparecen superpuestas:
épocas como fotogramas,
pensamientos hechos imágenes, o
recuerdos que son igual de frescos, como si yo no existiera y ellos
fueran viniendo uno tras otro
trayendo todo un escenario cinematográfico que se crea nuevamente ante mi.
Hoy ha pasado San Valentín.
Es un día muy comercial, pero el hecho del amor humano,
antes de ser descompuesto o embarrado por el negocio
eran un día de regalos a la novia.
Y debo hacer un inciso , aquí.
Porque María del Carmen García Martín,
que es de Bolaños me ha escrito esto: "el día de la Pañolá era el 4 de febrero, porque antes se celebraba el día 3, que era S. Blas, pero en las Guerras Carlistas hubo una gran matanza en el pueblo, 35 víctimas, y para los bolañegos, se convirtió, desde entonces, en día de duelo. Por eso, se pasó al día siguiente: el día 4".
Que yo en mi desconocimiento ubicaba el día 14.
Queda aclarado.
Todo mi agradecimiento a ella que es amiga y toda la vida, que ya son años. Y, tanto ella como los suyos fueron como mi familia.
Y son muy queridos por mi:
Gracias. Gracias. Gracias, Carmen y familia.
Un abrazo.
El día en cuestión, que era como para el resto del mundo San Valentín.
El novio compraba, en los puestos que se habilitaban ese día 4,
lo que se llamaba en Bolaños de Calatrava: "La pañolá".
Consistía en llenar la superficie de un pañuelo,
de esos que llevaban en la cabeza las mujeres, con:
avellanas, almendras cubiertas de blanco,
peladillas, y todo lo que la novia fuera apeteciendo.
Todo era un espectáculo:
Ellas gozosas riendo escandalosas y ellos... muy contentos.
Se veía en las caras ese amor que se tenían,
a pesar, de las costumbres encorsetadas, por los de siempre
de aquel tiempo y que hoy, "los de ahora", lo han hecho "bueno".
No voy a poner fechas, porque el tiempo es algo variable...
tanto, que yo diría inamovible, desde hace no sé cuanto.
"La misma melodía de angustia y dolor, pero con otros músicos".
En cada parte del mundo.
Impera la zafiedad la incultura y la maldad:
No salimos de "las catacumbas".
En superficie: la muerte como espectáculo en el Coliseo.
Una y otra vez el amor, ese desconocido,
es utilizado para "deconstruir" (que dicen ahora en la nueva cocina)
al ser humano.
La mente ha ocupado el lugar del corazón y éste ha sido "liberado"
de ser el centro de toda nuestra experiencia en la Tierra.
Y claro...realmente no han dejando nada por lo que vivir.
Sin embargo hay cosas que, aunque sean sólo un eco,
tienen la virtud de reavivar desde fotogramas hasta...
toda una vida.
Nos queda el amor.
Ese amor que al recordar, humedece los ojos.
Espero, de corazón que, a estas horas (madrugada del 15),
ya tengan un bonito regalo imperecedero
o hayan reconstruido su corazón
de "aquel/aquellos S. Valentín
que nos hicieron más humanos (hombres y mujeres)
llenos de la Divinidad que Dios nos regaló
y que estamos poniendo a prueba en esta Tierra...
en cada golpe, en cada beso, en cada traición,
en cada momento de nuestras existencias.
© GatoFénix
Vibración: Luz
