Haría una larga exposición, pero seré breve.
Mi querido amigo Fabián hace un vídeo
que aquí os pongo en su honor y reconocimiento...
Está como para "quitarme el sombrero" su excelente
exposición.
Saliendo de los textos y de las filosofías...
entramos en las entrañas del cuerpo y más aún:
del alma.
Nada que añadir a este sentimiento, porque todos
en algún momento de su vida ...
hemos tenido esa conducta tan humana como
mezquina.
Es una de las asignaturas que traemos a esta existencia.
Digamos que si no se ha amado de verdad uno
puede que este libre...y así esté facultado para
"tirar la primera piedra" ...
Dura piedra de toque a la integridad del ser,
al corazón, a la inteligencia, al autoengaño...
hasta afrontar la prueba.
Vives a Judas, Efialtes, Bruto...
y así a todos los personajes que menciona
Fabian Barrio.
En ese proceso se junta tu pena y a su vez
la pena de la otra persona.
Sabes el viejo aserto: "...mi mujer ha parido...trabajo perdido".
Y es que humanamente podríamos decir todo y más.
Incluso, sabes que cada traición lleva adherida dos maldiciones:
La del origen...y la de sus consecuencias.
Esto es una escuela. Una dura escuela.
Se da el dicho de: "No morder la mano que te dio pan".
Por eso queda corto en la exposición o incompleto.
Aprobar esta asignatura sólo se alcanza desde:
el amor incondicional.
Desde la conciencia de que todos somos uno...
aunque eso sólo se tenga en mente y se practique
de forma unilateral.
Todo por un bien mayor.
Todo por el conocimiento de Cristo.
Esa figura que en ocasiones...nos dejó hacer, sin juzgarnos
y estuvo ahí cuando vuelves y le dices:
Padre he pecado contra el cielo y contra ti...
ya no merezco ser llamado hijo tuyo"
Y te levanta del piso con los ojos húmedos
y se funde contigo en un abrazo.
Siglos antes José el hijo de Jacob fue traicionado,
vendido como esclavo en Egipto, acusado siendo inocente
por la mujer de Putifar (Génesis cap 39)...
hasta llegar a lo más alto por su bondad y su servicio a Dios.
Sólo la compasión, hacia nosotros y hacia los otros...
puede cauterizar las heridas del alma.
Creciendo y pensando de corazón:
Que todo es para bien porque todo es por algo.
Perdonando, pidiendo perdón...
y agradeciendo todo.
© GatoFénix
