Busca en este blog

23 julio 2024

402 - Volar sin alas.




Las fotografías nos ponen alas en el alma.
nos despegamos en el tiempo como si no hubiera impedimento
y sentimos que todo en derredor nos acurruca...
y ese sentimientos, que es muy íntimo, nos arrebola...
y hasta respiramos más pausadamente, como si el corazón
latiera más lento y hasta se embelesara y casi...
durmiera a nuestro lado.
Vemos el tiempo como "el fuelle de un bandoneón".
Inspirando y espirando...bueno 
casi "expirando" a veces, porque
parece que vislumbramos otra vida,
y que existe lejos de esta cuadrícula cúbica.

Fuera, en la calle, los ladridos del mismo perro,
 que llegan por la ventana nos anuncian:
"que, por fin, sale a mear a una calle, 
y que va a un parque...
Así lo dice a todos, y yo lo escucho y lo entiendo...
de alguna manera lo comprendo, 
y él, cuando hemos coincidido en la calle...
me mira y también en sus ojos he visto 
que me comprende.
Le resulto "un perro alto y desgarbado", pero 
me tiene bien catalogado.
Y eso se nota: en cómo camina despacio,
desplazando la cola de un lado a otro, lentamente.

Y sentimos las alas batirse...pero no levantamos el vuelo.

Sin embargo, vivimos esta ensoñación, 
que es la vida, como si todo no existiera, y, a veces
ponemos en duda que hubiera existido en algunos tramos...
Es en esos travesaños de la vía por el que rueda,
siempre resoplando,
una locomotora de vapor, que era y es,
el sonido del palpitar de un viaje.

Volamos pegados a un sillón, textualmente,
porque el calor y el sudor, a veces nos adhiere
los espaldares al respaldo.

 

Realmente volamos porque así lo sentimos día y noche.
En el día son los ojos del cuerpo repasando imágenes
donde ves cosas que no viste...
 y te ves en pleno dolor y abandono,
sin comprender que hubiera sido cierto...
porque nos resulta incomprensible.

Dios teje tan sutilmente el traje, que nosotros necesitamos,
que... nos vemos dentro de algo, que siendo a la medida,
nos aprieta por muchas partes y no lo entendemos.

El verano es una etapa, en España, de mucho calor.
Es cuando las vacaciones, las bicicletas, las insolaciones,
los viajes (como si fueran imprescindibles)
y un desbarajuste, que, sin embargo, nos define
tal como nos hemos educado y hemos crecido.
Este 2024, no es un verano cualquiera, 
y el cuerpo lo sabe.

Ha tenido una larga preparación silenciosa,
encajando acontecimientos que nos han hecho fuertes
para resistir "lo real" que es, eso que muchas veces
vivimos como la realidad; o en la que nos viven, 
y nos aleja de esa Ruta sagrada,
 que cada uno trae grabada en el alma;
Y es la que va aflorando día a día...
Y caminamos, poco a poco, más livianos,
y a la vez, más en otra parte, que no sabemos,
pero que intuimos que es lo que toca
para lo cual estamos siendo preparados...
(tal vez, cientos o miles de años...)
y eso, reconozco que muchas veces...
nos agobia.
Tal vez diría que se parece a estar...
"como pez fuera del agua".
 
© GatoFénix







Parece que interesa.

422 - La Madre

Tiempos de orfandad nos circundan. Pareciera que todo está confabulando para que figura de la "la madre" desaparezca. Tiempos de o...